El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas y Graduados de Valencia y Castellón (COITAVC), en colaboración con Phytoma, organiza el IV Foro de BioProtección Vegetal, que se celebrará el 5 de octubre en Feria Valencia, durante la celebración de Iberflora y en el marco del III Congreso VIO de Bioprotección Vegetal. Esta edición, Luis Hiernaux, gerente de INFFE, Ingeniería para el Medio Ambiente, S.L., es codirector científico del Foro junto a Xavier Pons, del Departamento de Producción Vegetal y Ciencia Forestal de la Universitat de Lleida.
Ingeniero de Montes por la E.T.S.I. de Montes de Madrid y con Suficiencia Investigadora por la E.T.S.I. de Agrónomos de Madrid, Luis Hiernaux dirige desde 2008 de la empresa INFFE, S.L., especializada en trabajos de gestión de arbolado. Ha sido asesor en Sanidad Vegetal de Patrimonio Nacional, de los ayuntamientos de Madrid, Vitoria, Las Rozas, Majadahonda y Córdoba, así como del Real Jardín Botánico de Madrid o el "Jardin des Plantes" de Montpellier. Es coordinador del Módulo “Gestión de Arbolado Urbano” en el seno del Máster “Jardines Históricos y Servicios Ecosistémicos de la Infraestructura Verde”.
En el IV Foro de BioProtección Vegetal, además de codirector científico, impartirá la ponencia El control de la procesionaria del pino a través de la confusión sexual.
¿Qué tal la experiencia en la organización del Foro de BioProtección Vegetal?
Antes que nada agradecerte el haberme brindado esa posibilidad y poder compartir esa responsabilidad con Xavier Pons, compañero y ya amigo. Junto con Antonia Soto fueron 2DOSpersonas absolutamente claves para mí, puesto que eran las pocas referencias que había en temas de Control Biológico y Gestión Integrada de Plagas en Espacios Verdes Urbanos al inicio de este siglo. Les contacté en el año 2008 tras leer sus artículos y me brindaron una ayuda impagable, compartiendo conmigo toda su experiencia. Estaré siempre en deuda con ellos.
Casi quince años más tarde somos más los profesionales interesados en cómo gestionar las ciudades sin emplear productos químicos tóxicos pero aún falta mucha información, disponer de más resultados y que todos remamos por un medio urbano más sostenible. También es de vital importancia una actualización de las leyes que aplican en la autorización de productos que se pueden emplear en este importante sector de Parques y Jardines. Existen aún numerosas lagunas y dudas importantes sobre el RD 1311/2012 entre otros.
De buena parte de esos asuntos hablaremos en este foro y ese es su gran atractivo: el reunir a grandes profesionales de un campo muy concreto, desgraciadamente todavía en pañales en muchos aspectos pero con un enorme recorrido por delante.
Tal y como reza el acertado título del Foro de Bioprotección Vegetal, si queremos personas sanas necesitamos árboles sanos pero no a cualquier precio y de cualquier modo. Solo existe una vía y es a través del conocimiento y del respeto por el medio ambiente, cumpliendo los correspondientes objetivos de desarrollo sostenible que marca la agenda 2030. Concretamente tres que nos atañen de lleno: “Ciudad y Bienestar”, “Agua limpia y saneamiento” y “Ciudades y Comunidades Sostenibles”. La idea de que quienes trabajamos con arbolado podamos contribuir directamente en la salud de las personas es una nueva perspectiva que me fascina y que hace levantarme cada día con fuerza e ilusión por lo que hago. En definitiva, pensar en el concepto de One Health.
La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) ocupa un bloque importante del Foro. ¿Cuál es la situación actual de esta plaga en España?
La procesionaria lleva conviviendo con los pinos millones de años y España no ha escapado a esta coevolución con sus actuales 6 millones de hectáreas de pinar. Los pinos han sido una especie muy criticada por la sociedad y denostada en determinados círculos, entre otras cosas, por habérseles asociado a las repoblaciones de la postguerra y por considerarlas especies de crecimiento rápido e invasivas. Sin embargo, no podemos olvidar que en España siempre ha habido grandes masas de pinar desde tiempos inmemoriales, como atestiguan innumerables estudios palinológicos y como bien ha defendido mi querido compañero Ingeniero de Montes Luis Gil en innumerables ocasiones, una de ellas ante el senado en 2018.
La procesionaria lleva asimismo en España el suficiente tiempo como para entender que, si realmente fuese una plaga que ocasionase la muerte de los pinares, hoy en día no habría ni un solo pino en nuestro país. La procesionaria es un defoliador y como tal no mata. Simplemente debilita a los árboles afectados y si no hay otros agentes implicados el árbol se recupera sin problema. En el caso de pinares con aprovechamiento (madera, resina, piña, etc.) sí supone una afección económica y un problema para los trabajadores a tener en cuenta. A título de ejemplo, creo recordar que había un estudio que hablaba de reducciones del 10% en crecimiento el año siguiente a fuertes defoliaciones (por encima del 75%).
Mucho más graves son otros factores de fondo fundamentalmente abióticos como la sequía, olas de calor, bajada de la capa freática, etc. que suponen un estrés que además de ser menos visible es infinitamente más grave y que no sólo hacen perder la capacidad de defensa a las masas de pinar frente a las plagas, sino que ocasionan daños mucho más intensos y extensos. Y por desgracia estos factores cada vez son más frecuentes y acusados… Lo que ocurre bajo mi punto de vista es que, como no podemos regar el monte ni refrigerar los bosques, nos han vendido que la procesionaria es el mayor enemigo del pino cuando no es así. La procesionaria es un problema para los humanos, no para los pinos.
¿Se convierte, por tanto, en un problema en los entornos verdes urbanos?
Al emitir pelos urticantes sus orugas, supone un problema. En las personas normalmente provoca reacciones cutáneas sin mayor importancia pero en algunos casos de aquellas que presentan alergia pueden llegar a desembocar en shock anafiláctico. En mascotas (perros fundamentalmente por ser los que se pasean por los parques) se produce una inflamación de las partes que han entrado en contacto con los pelos (patas, ojos, lengua, etc.) provocándose úlceras, pérdida de la zona afectada o incluso la muerte.
La procesionaria es una plaga endémica, es raro que no esté presente allí donde hay pinos. Sin embargo, sus poblaciones son muy variables y evolucionan extraordinariamente a lo largo del tiempo. Puedes visitar un pinar completamente defoliado en el mes de abril y darte un paseo por el mismo al año siguiente y no ver ni un solo nido. Asimismo, hay pinares que presentan poblaciones bajas desde hace siglos. Ya se encargó de estudiar esta variación interanual y de establecer los grados de infestación el gran maestro y mejor persona, también Ingeniero de Montes, D. Ramón Montoya (Q.E.P.D.). Para ello tuvo que estudiarla durante varias décadas en Mora de Rubielos hasta que definió 6 grados de afección (de 0 a 5), que hoy día siguen vigentes y empleamos los que nos dedicamos a ser “médicos de árboles”.
Se piensa que con el abandono de los tratamientos aéreos la procesionaria ha ganado terreno en las zonas forestales y yo no creo que eso sea verdad. Pienso que detrás de esas consideraciones hay un enorme interés económico de las casas comerciales de fitosanitarios, así como de las empresas de tratamientos. Aun así, no deja de ser una opinión y si bien habría que hacer un estudio serio a nivel nacional, simplemente observando los grados de defoliación de los últimos años en la Comunidad de Madrid, nos damos cuenta que la procesionaria da guerra en determinados sitios por diferentes circunstancias (tipo de especie de pino más susceptible, orientación, altitud, etc.) y en otros, pasa desapercibida; tratemos o no tratemos.
En algunas de las ciudades donde hacemos un seguimiento exhaustivo de los niveles de infestación desde hace años (Aranjuez, por ejemplo) sí observamos una ligera tendencia al alza por diversas circunstancias, algunas no muy claras. Por ello, estamos actualmente trabajando en la creación de una metodología de valoración de las poblaciones que sea objetiva y que pueda modular mucho más las intervenciones de año en año, huyendo de tratamientos sistemáticos y homogéneos.
¿Cuáles son los principales métodos de control que se utilizan?
A nivel forestal, la técnica de control por excelencia era el tratamiento aéreo hasta que con el RD 1311/2012 quedaron prohibidos, salvo autorización expresa. Por tanto, en los últimos años se está apostando (aunque demasiado poco a mi juicio, al menos en España) por favorecer la presencia de enemigos naturales (aves y murciélagos fundamentalmente) y en desarrollar e implementar nuevas técnicas, como por ejemplo la confusión sexual, que podría emplearse en grandes superficies y terrenos accidentados.
Si bien desgraciadamente creo que el hecho de que no exista hoy en día comercialmente un parasitoide para el control de la procesionaria que permita su control biológico, como ocurre con otras plagas que afectan a cultivos agrícolas, ya denota por una parte en donde invierten más las empresas de fitosanitarios y por otra parte un cierto inmovilismo de los propios interesados (ayuntamientos y consejerías de Medio Ambiente). A esta percepción se suma el que el Bacillus thuringiensis var. kurstaki siga sin estar autorizado en las ciudades de España; siendo un organismo de control microbiológico que se emplea en otros países como Francia, en donde la legislación relativa a fitosanitarios es muchísimo más estricta.
Resulta sorprendente que el Bacillus thuringiensis var. kurstaki siga sin estar autorizado en las ciudades de España
Todo esto resulta sorprendente tratándose de una plaga clave en cualquier ciudad que tenga pinos o cedros (es decir, la práctica totalidad de España…), que suele acaparar un porcentaje elevadísimo de los presupuestos que destinan los ayuntamientos al control de plagas en arbolado (en algunas, más del 75%) y que además suscita mucho miedo y quejas. Estoy convencido de que buena parte de los problemas derivados del contacto con las orugas se evitarían con campañas de educación destinadas fundamentalmente a niños y a propietarios de perros que son, con diferencia, los principales afectados. A este respecto, me gustaría aclarar que los pelos urticantes que causan los procesos alérgicos no son los que cubren a las orugas, si no unos específicos que éstas almacenan en diminutos ‘sacos’ (que G. Demolin describió como ‘espejos’ en 1963) y que exclusivamente abren cuando se sienten amenazadas (Ver imágenes). El momento más delicado para la ciudadanía es cuando las orugas bajan de las copas a enterrase en el suelo, desde mediados de febrero a mediados de abril (dependiendo del frío de la zona).
En cuanto a los principales métodos de control, existe un gran abanico de posibilidades como : la eliminación manual de puestas y/o bolsones;; el control biológico (macro con aves o murciélagos o micro con artrópodos parasitoides o depredadores, de este último hay pocas experiencias exitosas, desgraciadamente);; el uso de semioquímicos como en el caso de las confusión sexual o a través de la colocación de trampas cargadas de feromonas (empleadas como monitorización pero que en grados de infestación bajos si ejerce cierta presión sobre la población); colocación de collarines para orugas; aplicación mediante pulverización o nebulización de diferentes productos como bioinsecticidas (Bacillus thuringiensis var. kurstaki), productos químicos de síntesis o productos de origen natural y por último las inyecciones al tronco de insecticidas (más conocida como endoterapia).
Si bien es muy importante aclarar que en las ciudades no todos los productos que se emplean en estas técnicas gozan de respaldo legal, existiendo aún líneas rojas demasiado amplias y numerosas dudas por parte de los especialistas y empresas de tratamientos. Ojalá poco a poco todo esto vaya resolviéndose y el Ministerio de Agricultura, pesca y alimentación otorgue cada vez más importancia al control de las plagas y enfermedades de nuestras zonas verdes. Si bien el objetivo principal de las plantas de nuestras ciudades no es la alimentación,o es indudable la estrecha relación que tenemos con ellas y el papel que juegan en nuestra salud. Ambas son justificaciones más que de sobra para luchar por disponer del mayor abanico posible de alternativas respetuosas autorizadas.
En tus ponencias, hablas sobre la técnica de confusión sexual para el control de la plaga. ¿Está muy extendido su uso contra la procesionaria?
La confusión sexual es un método totalmente novedoso en lo que al control de la procesionaria se refiere, si bien es una técnica que lleva décadas empleándose en agricultura, existiendo casos de éxito demostrado en plagas muy importantes como la polilla de la vid, Lobesia botrana, o la carpocapsa de los frutales, Cydia pomonella.
Francia ha sido el primer país en realizar experiencias en este sentido desde el año 2016 y mi empresa INFFE fue la primera en aplicarlo a continuación y de forma experimental en España, habiendo hecho ya varios ensayos desde el verano de 2020 en decenas de hectáreas urbanas. En cuanto a los resultados, funciona bien cuando se trata de masas continuas más o menos extensas y empleando dosis máximas, según fabricante, pero resulta menos efectivo en pinos aislados. Para que funcione esta técnica, deben realizarse aplicaciones puntuales (durante el verano) a lo largo de varios años. No se puede pretender obtener resultados aceptables hasta al menos el segundo o tercer año de tratamiento.
Considero que si el laboratorio que comercializa las bolas que se emplean en el tratamiento afina en las dosis y ajusta precios puede llegar a ser una técnica extraordinariamente interesante, al menos en pinares urbanos de cierta extensión, de los cuales hay muchísimos ejemplos tanto en el interior como en la periferia de nuestras ciudades. Por poner algunos ejemplos, Casa de Campo y Dehesa de la Villa, en Madrid; Collserola, en Barcelona; pinares de Venecia en Zaragoza; o pinar de la ermita de San Jorge, en Huesca. También son importantes los aspectos legales como comentaba anteriormente.
Lo atractivo de este método recae en que es un método absolutamente respetuoso con el medio ambiente, totalmente selectivo y que puede aplicarse de forma sencilla en cualquier condición y tipo de terreno: basta con saber usar una marcadora de paintball y contar con los permisos pertinentes.
Imágenes:
Vega, J. y col. (2011) Manifestaciones cutáneas originadas por la oruga procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa). Actas Dermosifillogr. 2011;102(9):658-667.
Demolin, G. (1963) Les “miroirs” urticants de la Processionarire de Pin. Rev. Zool. Agric. Appl. 10-12:107 14.