La Comisión Europea ha presentado una propuesta para imponer aranceles a una serie de productos agrícolas procedentes de Rusia y Bielorrusia, así como a determinados fertilizantes a base de nitrógeno, y así reducir la dependencia de las importaciones procedentes de ambos países.

Los productos agrícolas afectados por los nuevos aranceles constituyen el 15% de las importaciones agrícolas procedentes de Rusia en 2023 que aún no habían estado sujetas a mayores aranceles. Si la propuesta es ratificada por el Parlamento Europeo y el Consejo por mayoría cualificada, todas las importaciones agrícolas de Rusia estarán sujetas a aranceles comunitarios.

La Comisión argumenta que estas importaciones, en particular de fertilizantes, hacen que la UE sea vulnerable a posibles acciones coercitivas por parte de Rusia y, por lo tanto, presentan un riesgo para la seguridad alimentaria. Asimismo, espera que los aranceles reduzcan los ingresos por exportaciones rusas y afecten a su capacidad militar en la invasión de Ucrania.

Bruselas confía en que los aranceles impuestos impulsen el crecimiento de la producción nacional y de la industria de fertilizantes de la UE, que ha sufrido durante la crisis energética. También que diversifique la oferta procedente de terceros países. “Esto ayudará a garantizar un suministro constante de fertilizantes y, lo que es más importante, garantizará que los fertilizantes sigan estando disponibles para los agricultores de la UE a un precio asequible”, defiende la Comisión. La propuesta incluye medidas de mitigación en caso de que los agricultores sufran un aumento sustancial en los precios de los fertilizantes.

Sin embargo, el Copa-Cogeca, que engloba a las principales organizaciones profesionales agrarias y cooperativas de la UE, considera que el establecimiento de aranceles, sin una estrategia clara de diversificación, afectará gravemente a la producción y la competitividad agrícolas y pondrá a los agricultores europeos “contra la pared”.

Bruselas confía en que los aranceles impuestos impulsen el crecimiento de la industria de fertilizantes de la UE

La organización asegura que los agricultores europeos no tienen garantías de que el déficit de fertilizantes vaya a compensarse con un aumento de la producción nacional a un precio competitivo, “argumento clave esgrimido por los partidarios de las sanciones propuestas”. Estas medidas, calcula, harían subir los precios de los fertilizantes en al menos 40/45 euros por tonelada para la próxima campaña agrícola. “Esto supondría una presión financiera adicional para las explotaciones agrícolas, que ya se enfrentan a un clima económico muy difícil. Las consecuencias para la producción agrícola, la competitividad y los ingresos de los agricultores podrían ser catastróficas”, advierte.

El Copa-Cogeca propone algunas medidas paliativas urgentes, como eliminar los derechos antidumping sobre las importaciones de urea, nitrato de amonio y mezclas de urea y nitrato de amonio originarias de EEUU y Trinidad y Tobago, o conceder excepciones para permitir el uso de efluentes ganaderos transformados (nitrógeno recuperado del estiércol y determinados digestatos) por encima del límite actual de 170 kg de N/hectárea.

La Comisión aclara que el tránsito de todos los productos agrícolas y fertilizantes desde Rusia y Bielorrusia a terceros países no se verá afectado por estas medidas, en consonancia con el compromiso de la UE de promover la seguridad alimentaria a nivel mundial, en particular para los países en desarrollo. Esto significa que las operaciones de compra y venta de productos agrícolas rusos se mantienen sin cambios, al igual que su almacenamiento en depósitos aduaneros de la UE, su transporte en buques de la UE o la prestación de servicios de seguros y financiación.