Los Estados miembros de la Unión Europea han emitido un dictamen favorable a la propuesta de la Comisión Europea de emplear 98,6 millones de euros de la reserva agrícola para ayudar directamente a los agricultores de España, Croacia, Chipre, Letonia y Hungría que se han visto afectados por fenómenos climáticos adversos y catástrofes naturales excepcionales desde la primavera de 2024.
La Comisión concederá en concepto de ayuda excepcional 68 millones de euros a España, 16,2 millones de euros a Hungría, 6,7 millones de euros a Croacia, 4,2 millones de euros a Letonia y 3,5 millones de euros a Chipre. Esta medida contribuirá a prestar ayuda a los agricultores de estos países que han sufrido pérdidas de producción y, en consecuencia, también de ingresos. Esos pueden complementarse con hasta el 200% de fondos nacionales.
Las autoridades nacionales deberán repartir estas ayudas de octubre y velar por que los agricultores sean los beneficiarios finales. Los cinco países beneficiados también deberán notificar a la Comisión, antes de junio, los datos de la ejecución de las medidas, incluidos los criterios utilizados para determinar la concesión de las ayudas individuales, el efecto previsto de la medida, las previsiones de pagos mensuales hasta finales de septiembre y el nivel de ayuda adicional que se proporcionará. La notificación también deberá indicar las medidas adoptadas para evitar el falseamiento de la competencia y la compensación excesiva.
Los agricultores de España, Croacia, Chipre, Letonia y Hungría han sufrido graves daños y pérdidas económicas debido a fenómenos climáticos adversos y catástrofes naturales. España sufrió un déficit de lluvias y calor extremo durante el verano de 2024, lo que provocó una sequía. A finales de octubre y principios de noviembre de 2024, las fuertes tormentas provocadas por la dana ocasionaron precipitaciones excepcionalmente intensas e inundaciones devastadoras.
Chipre registró precipitaciones muy escasas y altas temperaturas en el primer semestre de 2024, una sequía que afectó a la producción en sectores como los cereales, la aceituna y las frutas y hortalizas.
Letonia sufrió una mezcla de bajas temperaturas invernales, heladas primaverales y fuertes lluvias estivales que afectó a los cereales, la colza, las frutas, las hortalizas y las patatas.
Por último, Croacia y Hungría sufrieron temperaturas extremadamente altas y sequías durante el verano, lo que perjudicó a la producción de maíz, girasol, soja, remolacha azucarera, frutas, patatas y vino.
Los agricultores de España, Croacia, Chipre, Letonia y Hungría han sufrido graves daños y pérdidas económicas
La política agrícola común (PAC) del período 2023-2027 incluye una reserva agrícola de 450 millones de euros al año para ayudar a los agricultores a hacer frente a perturbaciones del mercado o fenómenos excepcionales que afecten a la producción o la distribución agrícolas. Debido a la creciente frecuencia de fenómenos climáticos adversos, la Comisión ha hecho hincapié en la necesidad de reforzar los instrumentos de gestión de riesgos y de fomentar su adopción más general en toda la UE, junto con medidas proactivas para abordar las causas subyacentes y mejorar la resiliencia de las explotaciones a medio plazo.
“No podemos cambiar lo que ya ha ocurrido, pero podemos aprender de ello y estar mejor preparados. Las ayudas de crisis demuestran que las instituciones de la UE se sienten concernidas y que la solidaridad europea con nuestros agricultores es real. La propuesta de hoy es otra prueba de ello. Nos solidarizamos con nuestros agricultores cuando más lo necesitan. De cara al futuro, debemos reforzar la preparación frente a los riesgos climáticos y la gestión de crisis, asegurándonos de que las zonas rurales reciban la ayuda que necesiten. Esto supone reforzar la gestión de riesgos en la agricultura para los agricultores de toda la UE, al tiempo que velamos por que nuestra respuesta siga siendo rápida y específica en caso de crisis”, declaró Christophe Hansen, comisario de Agricultura y Alimentación.