La Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio de la Junta de Extremadura está realizando sueltas del parasitoide Torymus sinensis para tratar de frenar la expansión de la avispilla del castaño en el Valle del Jerte y en castañares de Gata.
Dryocosmus kuriphilus está considerada la plaga que más afecta a los castañares a nivel mundial. En Extremadura, apreció en 2018 en Robledollano (Cáceres), y recientemente se detectó por primera vez en Huelva, en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Su síntoma más característico es la producción de agallas en hojas y frutos que limitan la producción de castañas.
De forma complementaria a las sueltas que pueden realizan agricultores, y como continuación de la liberación de insectos realizadas en 2021, la Consejería de Agricultura lleva a cabo nuevas sueltas de Torymus sinensis en castañares de montes públicos afectados por la avispilla. Se trata del mejor agente de control biológico de la plaga, el parasitoide específico en su hábitat de origen, China. Cada hembra de T. sinensis pone un promedio de 70 huevos dentro de las agallas que forma Dryocosmus Kuriphilus en el castaño donde crecen sus larvas. Una vez eclosionan los huevos del parasitoide, sus larvas se comen las de la avispilla.
Los trabajos los están realizando personal técnico del Servicio de Sanidad Vegetal de la Dirección General de Agricultura y Ganadería, en colaboración con los del Servicio de Ordenación y Gestión Forestal de la Dirección General de Medio Ambiente. El objetivo de esta actuación es crear zonas de implantación del parasitoide que, además de proteger los castañares públicos, sirvan de focos desde los cuales pueda expandirse y colonizar otras zonas afectadas.
Sin embargo, la Unión Extremadura y la Asociación del Valle del Jerte y Comarcas Norteñas han solicitado al Servicio de Sanidad Vegetal de la región la aprobación de una campaña oficial para el control integral y eficaz de la avispilla del castaño en las Comarcas de las Hurdes, la Vera y el Valle del Jerte. La organización agraria aduce que “los tratamientos individuales no son efectivos y cada plantación no tratada se convierte en un reservorio de la plaga, por lo que la lucha debe ser integral si queremos un control eficaz”, y considera que sólo una campaña oficial aprobada por la Junta evitaría “las pérdidas económicas tan importantes que cada año produce esta plaga en nuestras plantaciones de castaños del norte de la Región”.
Según La Unión, la situación que se está produciendo el despertar del castaño en la zona vuelve a ser preocupante ya que “una inmensa mayoría de los castaños distribuidos en las márgenes de las principales carreteras de comunicación de todo el Valle, tanto la carretera Nacional 110 como las carreteras locales y también las pistas forestales que unen todos y cada uno de los accesos a las poblaciones del Jerte, así como los accesos a las fincas de producción, están infectados de dicha plaga”.