El pleno del Parlamento Europeo ha rechazado la propuesta de la Comisión que pretendía aumentar en los arroces importados el nivel máximo de residuos (LMR) de 0,01 a 0,09 mg/kg del triciclazol, una materia activa prohibida en la UE, la más eficaz para hacer frente a la piricularia. Los quinientos votos en contra, frente a los 42 favorables y las cuatro abstenciones, refrendan de manera definitiva el rechazo en las votaciones previas de las comisiones de Agricultura y de Medio Ambiente.
“El Parlamento ha aprovechado una oportunidad de oro para demostrar que conoce la realidad, escucha a los agricultores y es suficientemente valiente para oponerse a propuestas hipócritas de la Comisión que nos arrastran al abandono de campos, al desierto y al encarecimiento de la cesta de la compra”, ha subrayado el tesorero de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Miguel Minguet.
Según Minguet, que también es el vicepresidente del grupo de trabajo de cuestiones fitosanitarias del COPA-COGECA, “esta propuesta merecidamente tumbada no está alineada ni con los compromisos que contrajo la UE sobre las importaciones conforme a la nueva Política Agrícola Común, ni con la estrategia De la Granja a la Mesa, donde se afirma que no se revisarán tolerancias para sustancias prohibidas en la UE. Hubiera supuesto claramente una competencia desleal y un paso atrás en la reciprocidad de las relaciones comerciales. Y hubiera ocasionado una deslocalización de la producción agrícola europea que la Comisión Europea trataría de sustituir por producciones con menores garantías ambientales”.
El triciclazol resultaba esencial para los arroceros valencianos ya que, desde su supresión y ante la falta de alternativas igualmente eficaces, el hongo Pyricularia oryzae ha expandido sus ataques y ha provocado mermas que alcanzan hasta el 50% en la variedad Bomba. “Por culpa de no disponer del triciclazol en la UE, estamos sufriendo un desabastecimiento de arroz Bomba en nuestros supermercados. Por tanto, si se nos prohíbe esta materia tan necesaria lo mínimo que debe hacer Bruselas es no permitirlo a los arroces venidos de fuera. O se aprueba para todos o para nadie”, exige Minguet.
Ante esta situación, el pasado mes de septiembre, el conseller de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Comunidad Valenciana, José Luis Aguirre, dirigió una carta a los europarlamentarios en la que pedía que votasen contra la importación de arroz tratado con triciclazol. En la carta alertaba de una situación “injusta” e “intolerable” para la rentabilidad del sector arrocero valenciano y advertía que supondría un “fraude” para los consumidores europeos y su salud, ya que se deberían aplicar a las importaciones de productos agroalimentarios los mismos estándares que se exigen a nuestros productores.
Para AVA-ASAJA, el rechazo del Parlamento Europeo al incremento del LMR de triciclazol en los arroces importados es “una nueva victoria del campo en las instituciones comunitarias”. En las últimas semanas, Bruselas ha renovado el uso del glifosato, de acuerdo a los estudios científicos, y la Eurocámara ha rechazado la propuesta de la Comisión del Reglamento sobre el uso sostenible de productos fitosanitarios. La asociación valenciana espera que todas estas noticias “supongan verdaderamente un cambio de rumbo y un punto de inflexión en las políticas agrarias europeas para establecer la reciprocidad con las producciones de países terceros y potenciar enfoques más innovadores y resilientes en la agricultura, que redundarán en una mayor soberanía alimentaria y en precios más razonables para los consumidores europeos”.