El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Abona convocó una reunión urgente en la que se valoraron los importantes daños que está ocasionando el mosquito verde (Empoasca vitis) en los viñedos de la isla de Tenerife. Los viticultores alertan de la presencia de este hemíptero en cotas superiores a 1.300 metros sobre el nivel del mar.

“Si bien esta plaga no es nueva, nunca nos habíamos enfrentado a un ataque tan devastador y generalizado en nuestros viñedos, siendo preocupante también en las otras islas”, advierten los técnicos de la D.O. Abona, que promovieron esta reunión ante el riesgo de que los viticultores pudieran hacer una interpretación errónea de los síntomas de esta plaga. Así, se trataron, entre otros temas, el reconocimiento del insecto y la identificación de los daños que ocasiona en planta, ya que el marchitamiento de las hojas que se observa en los viñedos afectados puede confundirse con la desecación propia de la falta de agua de este año. También se habló del manejo del riego, la fertilización y las labores culturales, y cómo afectan estos al control del mosquito verde, para el que se debe recurrir al control biológico y, en última instancia, al uso de insecticidas respetuosos con la fauna auxiliar.

Tras la reunión, los viticultores integrados en la D.O. Abona decidieron constituir un grupo de trabajo para compartir sus experiencias. Este grupo nace con el objetivo de demostrar que la agricultura es una actividad rentable, “siempre que se pongan las mejores estrategias de cultivo y tecnológicas al alcance de los viticultores”.

Nunca nos habíamos enfrentado a un ataque tan devastador y generalizado en nuestros viñedos

Las picaduras de E. vitis en el envés provoca el abullonado de las hojas más jóvenes, una decoloración internerval y, por último, una desecación marginal de la hoja adulta que avanza hasta su completa desecación. La caída de hojas temprana afecta al proceso de acumulación de reservas. Esta circunstancia afectará al vigor de la brotación de la próxima campaña.

En invierno, las poblaciones adultas abandonan el viñedo y se mantienen activas en la vegetación más próxima. Con la nueva brotación de las vides, volarán hasta las plantaciones. Las hembras pondrán los huevos dentro de los nervios, por lo que no son visibles. Una vez eclosionados, se sucederán los ciclos y los daños al cultivo. La única ventana para controlar la población es en esta primera aparición, antes de que las ninfas convertidas en adultos empiecen a volar.

El asesor Alfonso Lucas hablará sobre esta plaga en el tercer Encuentro Phytoma de La Vid y el Vino, que se celebrará el 6 y 7 de noviembre en Riojaforum (Logroño). “Nos encontramos frente a una plaga con un largo historial en el cultivo de la vid, que, aunque ha causado daños de consideración, parece que nunca ha llegado a situaciones tan críticas como las que estamos observando en los últimos años, y como las que, previsiblemente, podríamos ver en el futuro, si se mantiene la evolución de las circunstancias que le benefician”, asegura Lucas, que achaca esta proliferación a la preferencia del mosquito verde por las altas temperaturas y la abundancia de largos periodos de estas, motivados por el cambio climático.

ALFONSO LUCAS IMAGEN FOTO Y CARGO