Investigadores del Grupo de Entomología del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) han logrado mejorar el potencial depredador del zoofitófago Nesidiocoris tenuis mediante la selección genética.
N. tenuis ha demostrado ser un enemigo natural altamente efectivo contra las plagas clave del tomate. Sin embargo, su comportamiento fitófago puede causar daños graves a las plantas cuando la presa escasea. Trabajos previos demostraron que los hábitos alimenticios de este mírido estaban regulados genéticamente, lo que llevó a los investigadores a seleccionar genéticamente, mediante isolíneas, una raza en el IVIA durante más de cincuenta generaciones para mejorar su capacidad depredadora.
Los resultados son muy prometedores: la cepa del IVIA se desarrolló un 3,5% más rápido, tuvo un 34% más de descendencia, depredó un 34% más de huevos de Ephestia kuehniella y causó un 50% menos de daño a las plantas de tomate en comparación con una raza comercial. Además, esta raza seleccionada controló a las plagas de mosca blanca (Bemisia tabaci) y Tuta absoluta en experimentos de invernadero al mismo nivel que la cepa comercial, pero causando menos daño a las plantas. Los investigadores también estudiaron la capacidad de la cepa seleccionada en el IVIA para inducir las defensas de las plantas y descubrieron que, aunque en menor medida que la cepa comercial, esta cepa aún mejoraba las defensas vegetales. Además, se encontró una diferenciación genética a través del uso de marcadores microsatélites entre la raza del IVIA seleccionada y la cepa comercial.
Este estudio, publicado en la revista científica Biological Control, destaca el potencial de la mejora genética en enemigos naturales y abre la puerta a la diferenciación de razas genéticamente seleccionadas, no solo de N. tenuis, sino también de otros agentes de control biológico a través de técnicas moleculares.
El trabajo de investigación fue financiado parcialmente por el Ministerio de Ciencia e Innovación de España a través de la Agencia Estatal de Investigación (PID2020-114691RB-I00) y por el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias de la Generalitat Valenciana (52202-Sostenible), con el apoyo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Además, el investigador R. Ortells-Fabra fue respaldado por un contrato de doctorado del Ministerio de Ciencia e Innovación (PRE2021-100879).