La décima edición de los Premios de la Fundación para la Promoción de la Ingeniería Agronómica del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Levante (COIAL) ha reconocido a José Guillem (Premio a la Excelencia Profesional), los Premios Rei Jaume I (Premio a la Iniciativa y Desarrollo), el proyecto Vertido Cero (Premio Innovación) y a Laura Coll (Premio a la Excelencia Novel).

Los Premios FPIA alcanzan su X edición reconociendo la labor de personas, empresas, entidades o iniciativas que con su acción consiguen mejorar la calidad de vida de las personas en aquellos sectores en los que se inscribe la actuación profesional de los ingenieros agrónomos: desarrollos de ingeniería, biosistemas, seguridad alimentaria, preservación de la calidad del medio ambiente y la creación de valor en el territorio.

El jurado destaca que, como ingeniero agrónomo, José Guillem “ha defendido la soberanía alimentaria como la piedra angular del bienestar social, poniendo de relieve la importancia de los conocimientos, el ingenio y la voluntad en la profesión”. No solo se reconoce “su innegable aportación técnica y científica, sino también su profundo compromiso con la excelencia profesional y la vocación de servicio público”.

El jurado recuerda que, durante más de cuatro décadas, José Guillem “ha dejado un legado que va más allá de la vitivinicultura, y se refleja en la transformación del sector agrario valenciano, en la innovación y en la promoción de la calidad que ha impulsado a lo largo de su carrera, y en la forma en que ha llevado la agricultura a la vanguardia de la innovación y el respeto por los valores del entorno. Ha sido un pionero y defensor incansable de la calidad agroalimentaria y la excelencia en la ingeniería agronómica”.

Mención aparte merece su relación con el sector vitivinícola valenciano: “Ha sido pieza clave en la evolución positiva del sector. Su labor en la mejora de variedades como la Bobal y la elaboración de los primeros rosados de la región han dejado un impacto imborrable. Gracias a su trabajo, los vinos valencianos se encuentran hoy en una posición de reconocimiento y prestigio mundial”.

Guillem ha dejado un legado que va más allá de la vitivinicultura, y se refleja en la transformación del sector agrario valenciano, en la innovación y en la promoción de la calidad

Para el jurado, los Premios Rei Jaume I, organizados por la fundación del mismo nombre, “llevan 35 años siendo símbolo y ejemplo de compromiso con la excelencia, la innovación y el desarrollo en España. Han sido morada de las luces de la Razón, tan precisa en estos tiempos de urgencias falaces y desprecio al saber; han sido refugio de la ciencia y el conocimiento”. El jurado también reconoce que estos premios “se ajustan a la perfección al espíritu de trabajo que alimenta desde hace décadas a este colegio, el de reivindicar la ciencia y la tecnología como medio para asegurar nuestro bienestar”, y que han sido testigos “de cómo la innovación en sectores como la gestión del agua, la biodiversidad y el cambio climático puede conducir a la construcción de unos biosistemas más resilientes y sostenibles”.

Por su parte, el Proyecto de Vertido Cero para la reutilización de las aguas depuradas de la ciudad de Alicante ,impulsado por la Generalitat Valenciana y redactado por Tragsatec, se ha hecho acreedor del premio FPIA a la Innovación. El proyecto dirigido por los ingenieros agrónomos Francisco Zapata y Enrique Andújar aspira a depurar y reutilizar la totalidad de las aguas que son tratadas por las dos depuradoras de Alicante y evitar su vertido al mar. El jurado destaca que “la ingeniería de biosistemas se convierte en un enfoque esencial, ya que permite a los ingenieros agrónomos aplicar un pensamiento holístico para gestionar recursos naturales, alimentos y sistemas ambientales de manera sostenible”. Y cita la ósmosis inversa, los humedales artificiales y los sistemas de energía renovable como tecnologías cuya integración permite formular esta solución “para convertir un problema ambiental en una oportunidad para el sector agrario y la sostenibilidad del territorio”.

Por último, el Trabajo de Fin de Máster Premiado en esta X edición de los Premios FPIA del COIAL está firmado por Laura Coll Ferragut y lleva por título Proyecto de una nave para la producción de crema de almendra en el municipio de Llucmajor (Illes Balears). El proyecto se centra en crear valor desde el territorio, promoviendo la sostenibilidad, la eficiencia y el aprovechamiento de los recursos locales en una isla marcada por la presión urbanística y turística. Su innovación radica en la capacidad de integrar múltiples aspectos –tecnológicos, económicos y ambientales– en un proyecto que revaloriza un cultivo tradicional, adaptándose a las condiciones locales de Mallorca.

Según el jurado, “el proyecto de Laura Coll Ferragut se alinea plenamente con los objetivos de los Premios FPIA, ya que aborda la mejora de la calidad de vida mediante el uso eficiente de los recursos agrícolas, la producción de alimentos saludables, la preservación del paisaje agrario y la creación de valor en el territorio local. Al promover el uso agrícola y combatir la presión sobre el territorio, la iniciativa contribuye al desarrollo rural y a la mejora de los ecosistemas en Mallorca”.