La Junta de Andalucía ya ha declarado oficialmente la presencia de Euwallacea fornicatus sensu lato y establecido las zonas demarcadas y las medidas fitosanitarias que deben adoptarse para su erradicación. Por el momento, el escarabajo de la ambrosía ha aparecido en tres parcelas de aguacate al aire libre en Motril (Granada), pero se trata de una plaga muy grave de este cultivo en un país de clima similar como Israel.

Este complejo de escarabajos formado por cuatro especies (E. fornicatus sensu stricto, E. fornicatior, E. perbrevis y E. kuroshio) está causando graves daños en el cultivo del aguacate y numerosas especies ornamentales en muchos países, como Estados Unidos (California y Florida), Sudáfrica, Australia y Emiratos Árabes Unidos. Su gravedad radica en que va asociado al hongo de la marchitez del aguacate por Fusarium sp.: se comporta como un vector de transmisión de esta enfermedad que provoca la muerte del árbol.

En julio, se capturaron tres adultos en trampas situadas en Motril (Granada), que fueron identificados por el Laboratorio Nacional de Referencia para la identificación de nematodos y artrópodos.

Además de aguacate, otras especies sensibles al escarabajo son mango, chirimoyo, arce, parkinsonia y ricino. Por el momento, las zonas demarcadas, formadas por las zonas infestadas y una zona tampón de un kilómetro alrededor de las mismas, se ubican en Motril. Los titulares de las explotaciones agrícolas y otras superficies con cubierta vegetal que se encuentren en las zonas demarcadas, deben realizar prospecciones exhaustivas para determinar la presencia de este coleóptero originario del sudeste de Asia y, en caso afirmativo, realizar los tratamientos fitosanitarios con los productos fitosanitarios autorizados para su control.

Según la resolución de la de la Dirección General de la Producción Agrícola y Ganadera, en los árboles o arbustos de las zonas infectadas en los que se sospeche o constate la presencia de la plaga en una parte de su copa que corresponda a una rama primaria (que surge directamente del tronco o del cuello a ras de suelo), “se eliminará inmediatamente por poda esta rama primaria desde su inserción basal en tronco o peana, sellándose la herida con pasta cicatrizante. Cuando la sospecha o constatación afecte a ramas no primarias, se realizarán inmediatamente podas selectivas sobre la madera afectada, sellándose la herida con pasta cicatrizante”.

Asimismo, todos aquellos árboles o arbustos de cualquier carácter en que se sospeche o constate la presencia de la plaga en una parte mayor de su copa serán arrancados y destruidos para evitar riesgo de dispersión.

Euwallacea fornicatus es vector del hongo causante de la marchitez del aguacate, enfermedad que provoca la muerte del árbol

Los restos vegetales de árboles y arbustos afectados se destruirán de forma inmediata y preferentemente mediante trituración (astillas de menos de 3 cm), además de ser sometidos a una aplicación insecticida. A continuación, estos restos deberán ser compostados, solarizados, quemados o enterrados con cal viva a más de 50 cm de profundidad. Si por las condiciones del terreno o causas técnico-económicas no fuera posible actuar de este modo, “se podría optar por la destrucción inmediata de los restos procedentes de árboles y arbustos afectados mediante su quema total e inmediata in situ”.

Por otro lado, si se detecta la plaga en instalaciones de un operador profesional, se retirará de inmediato el pasaporte fitosanitario de las especies sensibles a la misma.

Fuera de las zonas demarcadas, el manejo agronómico del cultivo se dirigirá a mantener los árboles en buen estado vegetativo, puesto que los vegetales debilitados facilitan la instalación de E. fornicatus. Además, se recomienda podar las ramas para facilitar la penetración de la luz solar en el interior de las plantaciones, entre otras medidas.