El Consejo Superior de Investigaciones Científicas participa, a través de la Misión Biológica de Galicia (MBG), el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS) y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria de España (INIA), en dos proyectos de investigación europeos que buscan incrementar el conocimiento sobre el manejo del suelo agrario y su relación con el cambio climático, la seguridad alimentaria, los servicios ecosistémicos y la educación de la sociedad sobre los problemas del suelo.
Se trata de los proyectos Modeling and mapping soil biodiversity patterns and functions across Europe (MINOTAUR), liderado por CREA (Italia) y la Universidad de Wageningen (Países Bajos), y AGROECOlogical strategies for an efficient functioning of plant - soil biota interactions to increase SOC sequestration (AGROECOseqC), liderado por CREA (Italia) e INRAE (Francia). Ambos están financiados con más de cuatro millones de euros por la convocatoria del EJP Soil (Programa Marco Horizonte Europa 2020), que incluye a 24 países, y concluirán en 2024.
El primero pretende proporcionar modelos, mapas e indicadores de la biodiversidad del suelo que sirvan para evaluar su vulnerabilidad al cambio climático y comprender cómo las prácticas agrícolas pueden contribuir a la mitigación y adaptación al calentamiento global. “Esta investigación tiene un gran interés dada la elevada susceptibilidad de los suelos al cambio global y las importantes funciones que llevan a cabo los organismos que habitan el suelo. Sabemos desde hace años que las prácticas agrarias y el propio cambio climático inciden en la fertilidad y biodiversidad de los suelos. En este sentido, el proyecto MINOTAUR busca armonizar y consensuar ese conocimiento dentro de una perspectiva continental”, explican desde el grupo Interacciones Microbioma-Suelo-Planta (IMiSPla) del MBG, que se encargará, junto con el CEBAS, del trabajo de cuantificación y caracterización funcional de la microbiota y de la determinación de su papel en los ciclos del carbono y otros macro y micronutrientes.
Por su parte, AGROECOseq investigará diferentes sistemas de cultivos agroecológicos para identificar estrategias de manejo que incrementen el secuestro de carbono en el suelo y reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero mediante el incremento de la biodiversidad de los agroecosistemas. Se llevará a cabo en una red de nueve fincas experimentales distribuidas por toda Europa. Entre ellas, la Estación Experimental Finca La Canaleja (INIA-CSIC), en las que se desarrollan experimentos para investigar cómo el aumento de la agrobiodiversidad y la reducción de los insumos externos promueven una mayor sincronía entre las demandas de los cultivos y la disponibilidad de nutrientes, a través de la actividad de la microbiota.
En concreto, se investigará la diversidad funcional del complejo planta-fauna-microbiota del suelo en nueve emplazamientos en la UE para identificar estrategias agroecológicas que frenen la pérdida de carbono edáfico de los suelos agrarios a largo plazo. La MBG y el CEBAS liderarán el trabajo de cuantificación y caracterización funcional de la microbiota y la determinación de su papel en el ciclo del carbono. El INIA, por su parte, investigará la fauna edáfica para dilucidar el papel que juega la diversidad de invertebrados del suelo en el secuestro de carbono y el ciclo de nutrientes, junto con el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC), la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZACSIC) y la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC).