Tras dos años de paréntesis por la pandemia, el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Levante entregó los Premios de la Fundación para la Promoción Agronómica en un acto que reunió a representantes del sector agroalimentario valenciano: empresas, regantes, cooperativas, ingenierías, funcionarios, representantes políticos y sindicales, asociaciones, distribución… Más de 260 personas acudieron a la entrega de los premios, que se celebra desde hace diez años y que se ha convertido en un referente para el conjunto de sectores en los que prestan sus servicios los ingenieros agrónomos.
El decano del COIAL, Baldomero Segura, resumió así el espíritu de estos premios: “Ante situaciones como la crisis COVID, la crisis energética y de materias primas que estamos viviendo, ante los efectos del cambio climático, el desequilibrio demográfico, la falta de relevo generacional, la irrupción de las TICs, e incluso, ante declaraciones de políticos que no ayudan nada, creo y reivindico que estamos en el momento de la ingeniería. Es el momento de retomar los verdaderos debates técnicos y transparentes que presentan números y se pueden refutar. De estudios que no parten de la necesidad de justificar los prejuicios de unos u otros”.
El decano de los ingenieros agrónomos mostró su preocupación “por el porcentaje de ejecución de los planes de estímulo y recuperación, que está muy por debajo de lo que sería deseable. No puede ser que todos estos planes tengan una vida igual al impulso político necesario para llegar a su publicación en el boletín oficial”. Segura señaló a los colegios profesionales como las entidades que pueden facilitar que la “velocidad de llenado del vaso” sea mayor y más efectiva. Además, interpeló a todo el sistema agroalimentario como artífice del cambio. “Asumamos que todo va a tener que cambiar y evolucionar para seguir gozando de lo que ahora tenemos: un sistema que garantiza la seguridad alimentaria, custodia el territorio y es la principal herramienta con la que contamos para luchar contra el cambio climático”.
Premio iniciativa y desarrollo para Quiero Corredor
El Premio Iniciativa y Desarrollo es para Quiero Corredor, ya que el COIAL considera esta infraestructura “fundamental para mejorar las exportaciones de nuestras producciones alimentarias a nuestro principal mercado, que es el europeo. Una infraestructura que incrementa la capacidad y la velocidad del transporte y a su vez, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero asociados a éste”. El decano de los ingenieros agrónomos no solo reconoció el valor estratégico de esta infraestructura para toda la sociedad, sino el valor inspirador de la iniciativa Quiero Corredor por luchar en contra del desvanecimiento de los proyectos públicos una vez aprobados y presentados.
Premio Excelencia Profesional para Sebastián Subirats
El premio a la Excelencia Profesional se otorga a Sebastián Subirats, “un ingeniero que ha conseguido llevar a AINIA hasta donde está: a ser uno de los centros tecnológicos de la industria alimentaria más influyente, a no tener fronteras, a ser la punta de lanza de la innovación en el sector alimentario”. Subirats fue director general de AINIA entre 1990 y 2019. En ese período trabajó para fomentar el desarrollo tecnológico y competitividad de las industrias agroalimentarias y afines. Desde el COIAL se destaca “la mirada a largo plazo, la constancia, el esfuerzo y la inteligencia que ha mostrado Sebastián a lo largo de su trayectoria profesional”, cualidades hoy en día más necesarias que nunca en contraposición de la búsqueda de beneficios y resultados inmediatos.
La energía, la economía circular y los residuos copan los premios a la innovación
En un momento en el que la crisis energética azota a todos los sectores, los ingenieros agrónomos muestran más que nunca su carácter multidisciplinar y su capacidad de conectar biosistemas. Los dos premiados -premio ex aequo- presentan innovaciones referidas a la generación de energía, aunque no se quedan solo ahí, sino que además parten de la necesidad de solucionar otros problemas.
Emili Pons ha sido premiado por su Sistema de plantas solares flotantes, que utiliza flotadores de materiales plásticos para crear un sistema de energía solar fotovoltaica flotante que puede ser instalado sobre el agua, como por ejemplo en balsas de riego, presas y embalses, lagos o incluso en tierras susceptibles de inundación. Además de producir energía sin consumir suelo, evita la evaporación con el consiguiente ahorro de agua. Ingeniería multifuncional, en estado puro, ya que resuelve varios problemas a la vez: la falta de suelo para las instalaciones solares fotovoltaicas, evita la evaporación del agua –especialmente importante en las infraestructuras de regadío– e incrementa el rendimiento de las placas al mejorar su refrigeración. El sistema es pionero a nivel mundial y se ha instalado ya en países de tres continentes: Holanda, Alemania, Portugal, España, Israel, Kenya, Seychelles, EE UU, Colombia y Chile.
Por su parte, Luis Puchades ha conseguido sublimar el concepto de ‘economía circular’ con su Proyecto de planta de biogás y producción de fertilizantes. A partir de residuos orgánicos y restos vegetales, y mediante un proceso de biometanización, un tratamiento de líquidos orgánicos mediante tecnologías de concentración y una mejora del proceso de tratamiento aerobio por compostaje, se obtiene gas renovable y fertilizantes orgánicos de naturaleza sólida y líquida. Este sistema tiene una componente innovadora adicional que es el tratamiento de la fracción líquida del digestato por medio de proceso de ósmosis inversa para concentrar los nutrientes contenidos y así formular un fertilizante líquido de alto valor añadido, devolviendo de esta manera los nutrientes de fuentes residuales al suelo.
Este proyecto no solo resuelve el importante problema que constituyen las emisiones de gases de efecto invernadero de los residuos orgánicos mal tratados y el sobrecoste que supone esa deficiente gestión, sino que obtiene energía, nuevas fuentes de negocio -por la comercialización de los fertilizantes- y fija el carbono al reintegrarlo mediante el compost.
Finalmente, el premio a la excelencia novel ha sido para Mariano Rubio por su proyecto Diseño y análisis de Red de distribución para riego para la Comunidad de Regantes de La Romana, Sector Horna, considerando el Ánalisis de Ciclo de Vida y obtención de indicadores de sostenibilidad.