El proyecto de investigación DETECTORYZA está incorporando herramientas de la agricultura de precisión para la detección precoz de síntomas de la piricularia en el cultivo del arroz y para la determinación de la dosis óptima de fertilizantes.

Actualmente, el control de la piricularia se realiza mediante tratamientos fungicidas preventivos y generalizados en función de la percepción visual del agricultor, lo que puede provocar una aplicación innecesaria de fitosanitarios. Por esta razón, DETECTORYZA, que comenzó en la primavera de 2022 y se prolongará hasta otoño de este año, intenta encontrar un sistema de control del hongo en las fases iniciales de la infección, antes de que se produzca el desarrollo epidémico de la enfermedad en las parcelas. Se trata de anticipar la propagación del hongo mediante teledetección con satélites y vuelos de dron en aquellas zonas y parcelas en las que se detecte una aparición incipiente de la infección, de forma que los tratamientos, dirigidos y focalizados, sean más efectivos.

El proyecto se está desarrollando en el Parque Natural de la Albufera de València y está financiado por la Agencia Valenciana de la Innovación.  Está liderado por la Cooperativa UNIANA, de Sueca, y cuenta con el apoyo técnico de la Federació Cooperatives Agroalimentàries de la Comunitat Valenciana, y con la participación en el consorcio de la Universitat de València (UV), el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) y la Universitat Politècnica de València (UPV). “La expansión de la enfermedad en el campo es fácil de seguir a simple vista, ya que se pueden observar rodales o focos que se expanden rápidamente al resto de la parcela. Por tanto, el desarrollo de una metodología piloto basada en la detección precoz mediante drones y satélites de la enfermedad para reducir los tratamientos generalizados es plausible. Esto evitaría los desplazamientos y los tratamientos innecesarios en el momento en que las infecciones ya están muy avanzadas y su eficacia en el control de la enfermedad es escaso. De esta forma se contribuirá a optimizar el uso de fungicidas, realizando tratamientos selectivos, en los momentos oportunos y dirigidos a los focos incipientes de la enfermedad”, explican los investigadores en un artículo publicado recientemente la revista Phytoma.

El proyecto intenta encontrar un sistema de control del hongo en las fases iniciales de la infección, antes de que se produzca el desarrollo epidémico de la enfermedad

El trabajo se ha realizado en nueve parcelas de la zona de la Albufera de Valencia cultivadas con variedades representativas en Valencia. Además de las imágenes satelitales y las obtenidas mediante vuelo de drones, se ha realizado el seguimiento fenológico y agronómico del cultivo, así como del inóculo del hongo. La dinámica del inóculo se ha seguido en las parcelas con y sin tratamientos fungicidas para determinar, con diferentes niveles de detección y cuantificación, la cantidad de esporas de Pyricularia oryzae presentes en el aire con una resolución semanal. La dinámica de la enfermedad se ha seguido semanalmente: se cuantifica la severidad de los síntomas según el área foliar afectada. Los datos capturados, debidamente analizados, servirán para el desarrollo del modelo predictivo para la detección precoz de la enfermedad.

Por otro lado, DETECTORYZA trata de conocer el estado nutricional de las plantas a lo largo del cultivo de acuerdo con los datos observados mediante satélite. De esta manera, se podrá valorar la cantidad de fertilizante necesaria y el momento adecuado en el que se debe aportar en una segunda aplicación para alcanzar el máximo de la cosecha, minimizando las pérdidas innecesarias y la contaminación. “Actualmente, el método tradicional consiste en aplicar un 80% como abonado de fondo antes de la suelta de agua y el resto en el final de la fase vegetativa. Con el proyecto estamos realizando distintos ensayos con los porcentajes de aplicación del abonado, así como la inclusión de inhibidores de la urea, optimizando de este modo la aportación de nitrógeno”, detallan los autores en el artículo publicado en Phytoma.