La Generalitat de Cataluña ha publicado la Orden ARP/154/2020, de 16 de septiembre, por la que se aprueban las bases reguladoras de las ayudas de minimis destinadas a compensar a las explotaciones vitícolas afectadas con al menos un 35% de pérdidas de producción a consecuencia del mildiu, cuya incidencia este año está siendo muy elevada en toda la península.
La perfecta maduración de las oósporas del hongo a salida de invierno vino acompañada de un mes de abril extremadamente lluvioso, con cantidades, en algunos casos, superiores a los 150 mm de lluvia. Estos factores provocaron una salida de infecciones primarias muy rápida y temprana. A finales de abril ya aparecieron las primeras manchas, muy virulentas. La gran cantidad de infecciones primarias, distribuidas por toda Cataluña, seguidas de semanas con lluvias y altas humedades continuadas, y con temperaturas anormalmente altas, han conformado un encadenamiento de infecciones de mildiu complicado de manejar. A pesar de las alertas, la incidencia de esta enfermedad fúngica está siendo la más alta que se recuerda en muchos años, superior a la que se dio en 2018, que fue calificada como la peor en treinta años.
Las abundantes lluvias han dificultado también el acceso de las máquinas de aplicación en los viñedos, por lo que no siempre se han podido realizar los tratamientos fungicidas en los momentos recomendados. Las pérdidas en la cosecha por parte de los viticultores se prevén extraordinarias, superando en muchos casos el 70% de afectación.
Consecuentemente, valorada la conveniencia de dar apoyo al sector vitícola mediante una ayuda económica, de acuerdo con el artículo 92 del Decreto Legislativo 3/2002, de 24 de diciembre, por el que se aprueba el Texto refundido de la Ley de finanzas públicas de Cataluña, a propuesta de la Dirección General de Agricultura y Ganadería y de la Dirección General de Desarrollo Rural, y en uso de las atribuciones que me han sido conferidas.
El mildiu de la vid (Plasmopara viticola) es una de las principales enfermedades que afectan a la sanidad del viñedo. En regiones de clima mediterráneo, este hongo prolifera de manera desigual de un año a otro, en función de las condiciones meteorológicas y las lluvias primaverales. Esta enfermedad de la vid, que se propaga por esporas, prolifera rápidamente durante los períodos lluviosos en conjunción con temperaturas elevadas.