El Observatorio de Plagas y Enfermedades Agrícolas de Castilla y León ha emitido un aviso a los agricultores de la posible presencia de zabro (Zabrus tenebrioides) en parcelas de cebada y trigo. Sus larvas pueden ocasionar daños en los cereales, sobre todo durante el periodo entre la nascencia y el encañado. Se alimentan del parénquima foliar respetando la nervadura, lo que provoca un aspecto de deshilachado en las hojas muy característico.
Según este organismo, dependiente del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), los condicionantes climáticos otoñales han favorecido la aparición de larvas del coleóptero, por lo que recomienda a los agricultores una especial vigilancia de sus parcelas. Especialmente, en aquellas zonas con antecedentes de la plaga en campañas anteriores, como las comarcas de Arlanza, Arlanzón y Pisuerga, en Burgos; Campos y el Cerrato, en Palencia; Arcos de Jalón y Gómara, en Soria; Centro y Sureste, en Valladolid; y Campos Pan, en Zamora.
El umbral de tratamiento fitosanitario está establecido cuando entre nascencia y el estado de tres hojas se observen 10-15 plantas dañadas/m2 en cebada, 8-10 en el caso del trigo. El posible tratamiento se debe realizar al amanecer o al atardecer, cuando más actividad tienen las larvas.
En cuanto a las medidas preventivas a tomar en campañas sucesivas tras la detección de Z. tenebrioides, el Itacyl aconseja la rotación de cultivos, pero evitando siembras de cereal sobre cereal (si es viable, no sembrar cereal incluso, al menos, en un par de años); retrasar al máximo la fecha de siembra; y proceder al laboreo del terreno para eliminar el rastrojo y el ricio (con volteo para facilitar la exposición de las larvas al exterior).