Aprovechando la celebración del Día Mundial de la Agricultura, la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) reivindica las aportaciones de la mejora vegetal apoyándose en las conclusiones del Informe Noleppa, que evalúa el papel de la obtención de semillas y plantas para un menor el uso del suelo, de consumo de agua, de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y para el aumento de la biodiversidad.
La asociación resume en tres los retos fundamentales de la agricultura actual: producir cada vez más alimentos para abastecer a una población mundial en constante crecimiento, adaptar los cultivos al cambio climático y producir de manera sostenible, empleando los menores recursos posibles y protegiendo el medio ambiente. Antonio Villarroel, director general de ANOVE, señala que “para alcanzar estos tres desafíos la mejora vegetal desempeña un papel fundamental”.
En el Día Mundial de la Agricultura, Villarroel asegura que “la obtención vegetal es una actividad imprescindible y esencial para el desarrollo de la agroalimentación, pues gracias a su labor de investigación es posible mejorar las variedades vegetales actuales y desarrollar otras nuevas, aumentar la productividad y hacer posible una agricultura sostenible como a la que aspiramos en la UE”.
ANOVE se apoya en el conocido como Informe Noleppa, elaborado por HFFA Research, una consultora alemana especializada en agricultura y medio ambiente, que afirma que la obtención de plantas y la mejora de las variedades es una medida efectiva e indispensable para adaptar la agricultura a los nuevos desafíos del futuro y para contribuir decisivamente a lograr un mayor suministro de alimentos en el mundo.
Según este documento, elaborado por Steffen Noleppa y Matti Cartsburg, sin las aportaciones de la mejora vegetal durante las últimas dos décadas, la UE sería hoy un gran importador de todos los cultivos herbáceos, incluyendo trigo y otros cereales; por el contrario, Europa ha podido producir 53 millones de toneladas más de cereales y se han generado alimentos adicionales para 168 millones de personas.
Por otro lado, la obtención de plantas ayuda a conseguir mejores cosechas y mayores producciones. De acuerdo con este estudio, aproximadamente el 67 % del crecimiento anual de la productividad agraria europea obedece a las mejoras que aporta la obtención de plantas y semillas.
Asimismo, el estudio subraya que la obtención vegetal ha contribuido a la prosperidad económica al haber incorporado más de 26.000 millones de euros al PIB de la UE durante los últimos veinte años. De hecho, según el informe, sin las aportaciones de la mejora vegetal, los rendimientos agrícolas hubieran sido un 20 % inferiores y los agricultores de la UE hubieran tenido un tercio menos de ingresos (aproximadamente unos 6.100€ menos al año por trabajador agrícola). El Informe estima que, gracias a la obtención vegetal, se han generado en Europa alrededor de 90.000 puestos de trabajo.
Por último, las mejoras genéticas de cultivos han colaborado a que se produzca de manera más sostenible y con una mayor protección del medio ambiente. Según concluye el Informe Noleppa, con la mejora vegetal se necesita menos suelo, se consume menos agua, se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y se aumenta la biodiversidad. Desde ANOVE se asegura que “a lo largo de veinte años las mejoras vegetales en la UE han ahorrado 50 millones de metros cúbicos de agua, un volumen similar al que se contiene en 106 lagos como el de Sanabria. Sin ellas hubiera sido necesario emplear para los cultivos 22 millones de hectáreas de suelo adicional, una superficie similar a la mitad de España”.
Recogiendo algunos de los cálculos del Informe Noleppa, Elena Sáenz, directora de ANOVE, apunta que “gracias a las aportaciones de la obtención vegetal se han evitado casi 4.000 millones de toneladas adicionales de emisiones de gases de efecto invernadero, una cantidad similar a la que vierten a la atmósfera durante un año los Países Bajos; se han evitado también pérdidas de biodiversidad equivalentes a la riqueza del conjunto de especies que se puede encontrar en 8,3 millones de hectáreas de la selva tropical de Brasil”.
Cumplir las exigencias europeas de sostenibilidad exigirá al sector agrario un gran esfuerzo durante décadas. La mejora de semillas y plantas, según sostiene el Informe, puede compensarlo, al menos parcialmente. Compensará las pérdidas del mercado, hasta aproximadamente el 55 % del ingreso sectorial; ayudará también a amortiguar las disminuciones en los ingresos del sector, que, hasta 2040, se prevé que serán de 19,5 millones de euros. Las nuevas técnicas de mejora vegetal contribuirán a reducir las emisiones adicionales de gases de efecto invernadero, aliviando entre un 50 % y un 60 % las consecuencias negativas del uso de los recursos naturales (suelos y agua), y la pérdida de biodiversidad, así como a reducir el número de aplicaciones de fungicidas, especialmente en los cereales. “Sin acelerar la obtención de plantas, el Pacto Verde Europeo a duras penas podrá alcanzarse. En este sentido, es imprescindible poder emplear todas las tecnologías disponibles, especialmente aquellas que, como la edición genética, consiguen ofrecer mejoras de los cultivos de manera más dirigida y en un menor tiempo. Por eso, el marco normativo y regulatorio general en la UE tiene que fomentar y no impedir las inversiones necesarias para la futura obtención de plantas y semillas”, advierte Villarroel.