El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha recordado que una autorización excepcional de los tratamientos basados en metil-clorpirifos para combatir el cotonet de Sudáfrica, Delottococcus aberiae, podría afectar a las exportaciones de cítricos, porque contendrían residuos que impedirían su comercialización, y descarta “por responsabilidad” recurrir a esta opción para combatir la plaga. Así lo explicó ayer en el pleno del Senado, en respuesta a una interpelación del senador por Castellón Vicente Martínez Mus, del Grupo Parlamentario Popular, para conocer las medidas contra el cotonet y las ayudas y compensaciones que se van a disponer para los productores afectados.
El ministro ha destacado en el Senado que la lucha eficaz contra este pseudocóccido pasa por adoptar una estrategia integral, un plan de acción a lo largo de todo el año, y ha incidido en que los diferentes tratamientos fitosanitarios empleados, entre ellos el metil-clorpirifos, sustancia prohibida desde abril de 2020 en la Unión Europea, no impidió su dispersión, debida en gran medida al transporte entre parcelas afectadas.
El Gobierno aboga por tratamientos alternativos, como las sueltas del parasitoide Anagyrus aberiae y las trampas con feromona. En septiembre de 2020, el Comité Fitosanitario Nacional puso en marcha un plan de acción contra el cotonet, cuyas medidas deben ser aplicadas en todas las comunidades autónomas en las que se constate la presencia de esta plaga: en estos momentos, la Comunidad Valenciana, Cataluña y Murcia. Además de las medidas sanitarias en cultivos, el plan incluye una estrategia de bioseguridad e higiene para las cajas y envases empleados en la recolección de la fruta con el fin de evitar su dispersión. También recoge medidas aplicables a la maquinaria y medios de transporte hasta las centrales de envasado o producción.