- El Colegio de Ingenieros Agrónomos de Levante va a poner en marcha un laboratorio de ideas que sirva para anticipar cómo se desarrollarán el sector agroalimentario y medioambiental de nuestro territorio, tratando de responder a cuestiones sobre cómo se va a organizar la cadena alimentaria en veinte años, cómo serán la agricultura y la ganadería del futuro o cómo va a influir la compra de alimentos online en el resto de eslabones de la cadena alimentaria.
Lo ha anunciado el decano del COIAL, Baldomero Segura, durante el acto de entrega de los premios de la Fundación para la Promoción de la Ingeniería Agronómica celebrado en Valencia. El evento se ha convertido en una de las citas más concurridas de las que convoca el sector agroalimentario valenciano, con la asistencia de 340 personas.
El decano del COIAL, Baldomero Segura, ha aprovechado la presencia de numerosos responsables de empresas, de miembros de la Administración, de representantes de organizaciones agrarias, de la Universidad y de otros agentes del sector para anunciar la puesta en marcha de este ‘laboratorio de ideas’: "Queremos generar un debate intenso y comprometido en el que quepa la visión de los ingenieros agrónomos, de las empresas y de la sociedad en general, donde poder hablar sin restricciones y con atrevimiento sobre lo que pensamos que será el futuro de nuestro sector en sus diferentes ámbitos: la agricultura, la alimentación, la gestión del medio ambiente, el déficit hídrico, los residuos, la industria alimentaria, la distribución, los puntos de consumo o el medio rural".
El laboratorio de ideas del COIAL nace con la intención de ser sensible a las preocupaciones de la sociedad y de los sectores a los que prestan servicio los ingenieros agrónomos, organizando estudios y debates para poder llevar a cabo el análisis prospectivo. "En el COIAL consideramos que si reflexionamos sobre el futuro estaremos mejor preparados para poder gestionarlo", ha afirmado Segura.
Durante su discurso institucional, Baldomero Segura ha enumerado los retos a los que se enfrenta la profesión a corto plazo: La gestión del agua mediante un sistema flexible que permita adaptar las producciones a las demandas del mercado, la participación en la ordenación del territorio y sus actividades y el cumplimiento de la legislación en materia de sanidad vegetal". Además, ha recordado el gran reto que tiene por delante la Administración: "Necesitamos una Administración más ágil en la actualización de la regulación y más veloz en los necesarios procesos de concesión de autorizaciones para no perder oportunidades ni competitividad. No puede ser que la legislación de impacto ambiental sea de 1990, ni se puede tardar dos años en autorizar la construcción de una bodega. Ni que se mantenga el preocupante e inadmisible déficit de ingenieros agrónomos en la administración".