El Consejo de la Unión Europea ha recogido la inquietud por la propuesta de reglamento sobre el uso sostenible de fitosanitarios y ha pedido a la Comisión un estudio sobre el impacto que podría tener en los rendimientos agrícolas, en los precios de los alimentos y su disponibilidad, así como en el riesgo de introducción y propagación de patógenos por la limitada disponibilidad de medios alternativos a los plaguicidas químicos.
La propuesta que la Comisión presentó en junio de 2022 establece objetivos jurídicamente vinculantes de reducción del 50% tanto del uso de fitosanitarios como del riesgo que llevan aparejado, y obliga a los países a fijar objetivos de reducción nacionales que permitan alcanzar esos objetivos colectivos. En la Decisión (UE) 2022/2572, el Consejo recela de que “la evaluación de impacto que acompaña a la propuesta no tenga en cuenta las repercusiones que el Reglamento propuesto puede tener a largo plazo sobre la seguridad alimentaria en la Unión. Refuerza esa inquietud el hecho de que la evaluación de impacto se concluyera antes de la guerra en Ucrania y de las crisis de los precios de la energía, los fertilizantes y los alimentos”.
El Consejo opina que debe llevarse a cabo un análisis adicional que tenga en cuenta la producción agrícola de la Unión, la disminución prevista de los rendimientos en la Unión como consecuencia de la reducción y restricción del uso de productos fitosanitarios y la posible dependencia respecto de las importaciones de alimentos y piensos. Asimismo, considera que sería necesario un análisis más detenido de la situación de las pequeñas y medianas empresas y de la rentabilidad a lo largo de sus respectivas cadenas de suministro. Para facilitar el proceso legislativo en curso, pide que el estudio se presente “lo antes posible”, y no más tarde del próximo 28 de junio.