El pasado mes apareció en la prensa la noticia de que la firma Borges, una compañía con grandes superficies dedicadas al cultivo del almendro, nogal y pistacho en Extremadura y Portugal, había sido vendida a un fondo de inversión. Los motivos reales de que esta empresa pionera del sector abandone el campo no se conocen, pero algunos han especulado con que la causa puede estar en las insoportables exigencias que la Agenda 2030 está imponiendo a los agricultores.
Hace ahora unos cuarenta años, un joven ingeniero agrónomo de Borges llegaba al laboratorio de Sanidad vegetal del CRIDA 08 en Badajoz con unos ramos de almendro. Su interés era conocer la causa de unos síntomas que habían aparecido en una plantación de este cultivo en las Vegas del Guadiana. Aquellos síntomas correspondían al parasitismo de Capnodis tenebrionis (Gusano cabezudo), un problema desconocido hasta entonces que nos estaba indicando que la extensión de este vegetal en grandes superficies de las vegas traía aparejada un nuevo catálogo de parásitos.