Las medidas de emergencia adoptadas por la UE y España no han conseguido evitar la dispersión del virus rugoso del tomate (Tomato Brown Rugose Fruit Virus, ToBRFV), que ya afecta a 850 hectáreas de la localidad murciana de Mazarrón, donde apareció en 2021, y también se ha detectado en invernaderos de Andalucía, Comunidad Valenciana, Cataluña y País Vasco. El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (IMIDA) lidera la búsqueda de una estrategia integrada de manejo de esta enfermedad.
En España, este tobamovirus se identificó por primera vez en la provincia de Almería, en 2019, donde posteriormente han ido apareciendo numerosos positivos en invernaderos de tomate y pimiento, y en centros de investigación de mejora vegetal. En 2022 también apareció en dos invernaderos de la provincia de Sevilla.
En 2021, se produjo el primer foco de esta enfermedad en la región murciana, en un invernadero de Mazarrón, localidad que ya ha reconocido cinco focos distintos en una superficie de 850 hectáreas.
En la Comunidad Valenciana, la primera presencia de ToBRFV se localizó en noviembre de 2022 sobre plantas de tomate en un invernadero en San Vicente del Raspeig (Alicante), que se vio obligado a destruir todo el material vegetal y proceder a la desinfección del suelo. En junio del año pasado, un operador de Amposta (Tarragona) detectó el virus en plantones de pimiento, y en noviembre apareció en plantones de tomate en una parcela de Blanes (Girona). Por último, este mismo año, el 23 de enero, un invernadero de producción de tomate ubicado en Hernani (Guipúzcoa) notificó la presencia del rugoso.