El pleno del Parlamento Europeo ha rechazado el informe aprobado por su Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (ENVI) sobre el proyecto legislativo de la Comisión para reducir en un 50% el uso y riesgo de los fitosanitarios en 2030.
Los eurodiputados de dicha comisión iban más lejos que la propuesta de Reglamento de uso sostenible de fitosanitarios que la Comisión presentó en junio de 2022: proponían la reducción del uso de los productos fitosanitarios más peligrosos en un 65% de aquí a 2030, la prohibición de todos los plaguicidas químicos en zonas sensibles, incluidos los espacios verdes urbanos, y aumentar las ventas de los productos de bajo riesgo en este periodo. Tras la pérdida de la votación (299 votos en contra, 207 y 121 abstenciones), la Comisión podría retirar su propuesta y presentar una nueva. Además, el Consejo todavía tiene que decidir su propia posición y determinar si se rechaza definitivamente o la devuelve al Parlamento para una segunda lectura.
En su propuesta, que transformaría la directiva vigente sobre el uso sostenible de los fitosanitarios en un Reglamento directamente aplicable por todos los Estados miembros, la Comisión propone objetivos jurídicamente vinculantes para reducir la utilización y el riesgo de los plaguicidas y el uso de los más peligrosos. Los Estados miembros deberían fijar sus propios objetivos nacionales de reducción, dentro de unos parámetros definidos, para garantizar la consecución de los objetivos fijados a escala europea.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, lamenta que “no se ha logrado, por desgracia, el equilibrio necesario entre el progreso que se quiere hacer y la sostenibilidad desde el punto de vista económico de las explotaciones”. El ministro asegura entender “perfectamente” la oposición de los agricultores a la ponencia del Parlamento Europeo, “en los términos que aparecía redactada”.