La Comisión Europea ha publicado el proyecto de Reglamento de desarrollo para la renovación de la autorización del glifosato por diez años, hasta 2033. Los Estados miembros deben votar ahora esta propuesta, que saldría adelante por mayoría cualificada.
En el documento, la Comisión concluye que “el glifosato ha sido objeto de dos evaluaciones exhaustivas desde 2012, y en ninguna de ellas se identificó ninguna preocupación que indicara que no se cumplen los criterios de autorización establecidos en el Reglamento (CE) nº 1107/2009. Como tal, no cabe esperar que a corto plazo se acumule suficiente información nueva para dar lugar a un resultado diferente”. En cualquier caso, admite que la investigación sobre esta sustancia activa “se ha intensificado en los últimos años y que podrían surgir nuevos conocimientos sobre las propiedades del glifosato pertinentes para la protección de la salud humana y del medio ambiente”, razón por lo que propone renovarlo por un periodo de diez años.
La anterior autorización fue de cinco años, de 2017 a 2022, que fue prorrogada un año para que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) dispusieran de más tiempo para presentar sus conclusiones. Estas llegaron en julio, y la EFSA confirmó que no había identificado “ningún ámbito de preocupación crítico” en la evaluación de riesgos del glifosato, en relación con el riesgo que representa para los seres humanos, los animales o el medio ambiente.
La Comisión refleja en su propuesta que, “aunque no se identificaron impactos directos sobre la biodiversidad” en la evaluación de riesgos, si los países identifican cualquier posible impacto indirecto, deben considerar “la sustitución de los usos de productos fitosanitarios que contengan glifosato por otros métodos prácticos de control o prevención disponibles con menos impacto sobre la biodiversidad, incluidas las técnicas de escarda no químicas. Cuando los Estados miembros identifiquen tales métodos, podrán establecer condiciones o restricciones específicas para el uso de productos fitosanitarios que contengan glifosato”.