Un equipo de investigadores y técnicos de campo ha detectado en España una nueva especie (Dolichogenidea gelichiidivoris), parasitoide de la plaga del tomate Tuta absoluta. Este nuevo parasitoide es un importante agente de control biológico en Sudamérica, por lo que abre nuevas opciones de lucha contra T. absoluta en nuestro país ya que complementa el complejo de parasitoides y depredadores que actúan sobre esta plaga en nuestra zona.
Desde la detección en España de Tuta absoluta, originaria de América del Sur, en 2016, este lepidóptero se ha convertido en una amenaza para la producción de tomate a nivel mundial. Desde España se propagó por la cuenca del Mediterráneo y luego colonizó rápidamente África y Asia. En las zonas invadidas, la principal medida de control es la utilización de insecticidas. A pesar de que el control químico sigue siendo una importante herramienta para luchar contra la plaga, también es cierto que se han realizado grandes esfuerzos para desarrollar estrategias de control más sostenibles. La revisión publicada por Desneux y col. (2022) ofrece una visión actualizada de estas estrategias. Entre ellas, una que está aportando resultados destacables es el control biológico utilizando enemigos naturales autóctonos.
En España, muy pronto se reconoció el importante papel que los míridos depredadores Macrolophus pygmaeus y Nesidiocoris tenuis aportaban al control de esta plaga (Arnó y col., 2009; Urbaneja y col., 2009). Estos enemigos naturales constituían, y todavía constituyen, la pieza principal de los programas de Gestión Integrada de Plagas (GIP) que se utilizan en el cultivo de tomate. Ambas especies son depredadoras eficaces de huevos de T. absoluta, pero su acción sobre las larvas se ve restringida al consumo de unas pocas larvas de primer estadio. Con el objetivo de encontrar otros enemigos naturales eficaces para el control de esta plaga, Gabarra y col. (2014) realizaron un muestreo a lo largo de la costa mediterránea española entre 2008 y 2011 buscando parasitoides de larvas de T. absoluta, y describieron hasta veinte especies, entre eulófidos, bracónidos, calcídidos, icneumónidos y pteromálidos. De entre ellas, el eulófido Necremnus tutae, identificado inicialmente como Necremnus nr. artynes (Gebiola y col., 2015), es el que se halló con mayor frecuencia en España, así como en otras zonas del área mediterránea (Biondi y col., 2018).