Hace 35 años, en junio de 1988, nació PHYTOMA-España, que hoy en día se ha convertido en la revista profesional especializada en el ámbito de la Sanidad de los cultivos característicos de ambientes mediterráneos. Un año más tarde nacía la Sociedad Española de Malherbología (SEMh), un foro de encuentro entre profesionales de diferentes campos de la agronomía que ha conseguido visibilizar esta disciplina dentro de la Sanidad Vegetal. En este artículo se exponen los cuatro pilares sobre los que se desarrolla la actividad de la SEMh, sus hitos, sus retos y las dificultades encontradas. La malherbología es una ciencia y, como tal, ha sabido adaptarse a las exigencias de un entorno cambiante y a una sociedad que demanda prácticas sostenibles en el sector agrícola.
Toca comenzar esta aportación felicitando a Phytoma por sus 35 años como una revista líder en el campo de la Sanidad Vegetal. Desde la Sociedad Española de Malherbología (SEMh), nos complace felicitarlos y recordar que fue en el primer número de Phytoma donde nuestra Sociedad dio sus primeros pasos. A continuación, presentamos un análisis retrospectivo de este importante vínculo. Según cuentan las crónicas, la semilla de la SEMh tuvo su origen en una cena durante el tercer simposio Mediterráneo de la EWRS (Sociedad Europea de Investigación de Malas Hierbas, por sus siglas en inglés), que tuvo lugar en Oeiras (Portugal) en abril del 1984.En medio de platos y copas, un grupo de malherbólogos españoles tuvo su primer contacto. Tras la celebración del siguiente simposio Mediterráneo de la EWRS en Valencia en 1988, finalmente se estableció la SEMh en 1989. La Sociedad llevó a cabo su primera reunión científica en la ETSIA de Madrid en 1990.
A lo largo de estos años, la SEMh ha logrado importantes metas que se enmarcan en su objetivo de promover todos los aspectos relacionados con la malherbología. Estas metas se basan en los cuatro pilares fundamentales que rigen la SEMh: docencia, investigación, divulgación y transferencia de conocimientos.