Hoy en día, el control y la gestión de estrés hídrico que sufre el olivar en los meses de verano se hace indispensable para producir aceituna de mesa y aceite de oliva de alta calidad. Es en esta época cuando tiene lugar el engorde del fruto y el período de máxima formación de aceite dentro de la aceituna (lipogénesis), influyendo directamente en este proceso la disponibilidad de agua desde endurecimiento de hueso hasta envero.
Por este motivo, Sipcam Iberia ha desarrollado el bioestimulante Stilo® Hydro para proteger al cultivo de los efectos negativos que causa el estrés hídrico y térmico durante la lipogénesis, minimizando así las pérdidas en producción y calidad.
En los últimos años se ha llevado a cabo un seguimiento monitorizado de las aplicaciones de Stilo® Hydro en olivar con el objetivo de evaluar su efecto sobre el desarrollo del cultivo, su producción y calidad final de cosecha. Para ello, se instaló el sistema de sensores Smart Irrigation de Bosch, que monitorizó el estado hídrico del olivar, detectando si existía o no estrés hídrico.
Factores como la variedad, las condiciones climáticas o la disponibilidad de agua tienen un efecto fundamental en la calidad y el rendimiento de la producción de aceite (Lavee y Wodner, 1991).
Concretamente, la disponibilidad de agua influye en el proceso de formación de aceite o lipogénesis. En este proceso se produce la máxima acumulación de aceite, y abarca el periodo que comprende desde endurecimiento de hueso, a lo largo del mes de junio-julio según las zonas, hasta el envero durante el mes de octubre.
En este sentido, la lipogénesis comienza después del endurecimiento del hueso (Lavee, 1996) y se divide en tres fases fundamentales para la acumulación de aceite en fruto: la de biosíntesis lenta, biosíntesis acelerada y fase estacionaria o de ralentización (Figura 1).
La fase de biosíntesis lenta se sintetizan los lípidos de tipo estructural y se produce en el periodo comprendido entre los frutos recién formados y hasta el endurecimiento de hueso. Normalmente durante el mes de julio.
Después del endurecimiento del hueso, comienza la fase de biosíntesis acelerada, con la síntesis activa de diglicéridos y triglicéridos. En esta fase se produce una aceleración durante los meses de agosto y septiembre para alcanzar su máximo a final de septiembre o inicio de octubre y coincidiendo con el cambio de color del fruto (Leyva, et al; 2017)
Por último, en la fase estacionaria la velocidad de formación de aceite disminuye de forma gradual hasta paralizarse. Esto se produce normalmente y dependiendo de las zonas entre finales noviembre y en la primera quincena de diciembre.