València tiene vocación de ciudad del siglo XXI, una ciudad saludable, libre de emisiones y de contaminación, verde y natural, participativa, solidaria e inclusiva, a la medida de las personas. Este es el principio que guía las políticas públicas municipales y los planes y estrategias en desarrollo, una hoja de ruta que apuesta por la sostenibilidad urbana.
València se ubica en un enclave privilegiado, una encrucijada irrepetible entre cuatro grandes sistemas – el Mediterráneo, el río Turia, la Albufera y la huerta- que dan lugar a extraordinarios activos de salud y servicios ambientales, siempre que se haga un buen uso y gestión de los mismos para mantener su buen estado de conservación y su funcionalidad.
Afortunadamente, los procesos históricamente recientes que los llevaron casi al colapso fueron revertidos gracias a movilizaciones ciudadanas que condujeron a su protección y abrieron las puertas a su regeneración. Hoy podemos sentirnos orgullosos de haber sido capaces de salvar la Albufera y la Devesa, los Jardines del Turia y la Huerta de València, entre otros.
Además, a lo largo de los últimos años se han hecho muchos esfuerzos en materia de sostenibilidad urbana y València es hoy un referente para Europa en materia de movilidad sostenible, peatonalización de espacio público, ahorro y eficiencia energética o gobernanza, algunos de los indicadores que han llevado a la ciudad a ser finalista en la competición por la Capitalidad Verde Europea 2024.
Europa se encuentra hoy en una situación complicada y enfrenta una crisis energética cuyas consecuencias económicas aún desconocemos; los objetivos de sostenibilidad, adaptación, resiliencia y solidaridad cobran aún mayor vigencia. Necesitamos ciudades acogedoras con capacidad de respuesta frente a impactos y amenazas para caminar hacia el futuro con optimismo y sin dejar a nadie atrás.
