La palmera canaria es considerada símbolo vegetal territorial del archipiélago canario, y como tal está protegida por ley. Son muchos los artrópodos plaga que la afectan, sin embargo, destacan los coleópteros barrenadores Rhynchophorus ferrugineus Olivier y Diocalandra frumenti (Fabricius), junto con el lepidóptero Opogona sacchari Bojer.
Rhynchophorus ferrugineus es la plaga que ha causado en Canarias más estragos en las palmeras hasta lograr su erradicación en 2016, gracias a herramientas clave como la detección precoz, la eliminación del material vegetal afectado y la implementación del control biotecnológico. A día de hoy, la principal plaga que afecta en las islas a la palmera canaria es D. frumenti, y a diferencia de R. ferrugineus, la implementación de un sistema de trampeo resultó imposible desde un primer momento debido a la inexistencia de una feromona identificada. Tras numerosos estudios, ejecutados bajo el marco de diferentes proyectos y en colaboración con diferentes grupos de investigación, se ha logrado poner a disposición comercial la feromona de agregación de D. frumenti (ZENTINEL® DF) y diseñar una trampa específica para la captura de esta plaga, la cual está en trámites de registro de patente.
Las palmeras en Canarias no están exentas de verse afectadas por nuevas plagas, este podría ser el caso del lepidóptero Paysandisia archon Burmeister o del coleóptero Metamasius hemipterus L.; de igual manera, la Península Ibérica podría verse afectada por D. frumenti. Además, en Canarias podría producirse una reintroducción de R. ferrugineus, por ello, la vigilancia para lograr una detección temprana es crucial.