Los espacios verdes urbanos son indispensables para una salud sostenible en las zonas urbanas, tienen un impacto positivo multifuncional al regular el microclima de las ciudades, producir oxígeno, absorber contaminantes, amortiguar los ruidos; son lugares de relax, ocio y la práctica de actividades físicas y que, por tanto, favorecen el bienestar de los ciudadanos y del medio ambiente. Las plagas y enfermedades de las plantas amenazan la sanidad y los beneficios que nos aportan estos espacios. El régimen fitosanitario europeo, y los medios de defensa fitosanitaria, son herramientas clave para evitar la introducción y mantener bajo control a los organismos nocivos. La actual Directiva 128/2009 sobre el uso sostenible de plaguicidas ya impone restricciones a la utilización de productos fitosanitarios en estos espacios. Además, el Pacto Verde Europeo y la estrategia De la granja a la mesa han fijado unos objetivos de reducción del uso de productos fitosanitarios muy ambicioso. La Comisión Europea acaba de presentar una propuesta de reglamento de uso sostenible de los plaguicidas que limitará todavía mas las aplicaciones de productos fitosanitarios en estas zonas, lo cual supondrá un reto para la adaptación a este marco normativo, a la vez que ofrecer soluciones viables a la problemática fitosanitaria de estos espacios. Finalmente, a modo de ejemplo, se detalla la estrategia de control de plagas en espacios verdes que se está realizando en los palmerales históricos de la Comunitat Valenciana.
Las áreas verdes son muy importantes para el mantenimiento de una adecuada calidad de vida en las ciudades y favorecer el bienestar de sus ciudadanos. Según la Organización Mundial de la Salud, los espacios verdes son un recurso indispensable para lograr una salud sostenible en las zonas urbanas. Los beneficios sociales y económicos de los espacios verdes urbanos son primordiales, y deben estudiarse en el contexto de cuestiones de interés mundial como el cambio climático y de otras prioridades establecidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, incluidas las ciudades sostenibles, la salud pública y la conservación de la naturaleza.
Los espacios verdes ayudan a regular la temperatura y la humedad en las ciudades, producen oxígeno y filtran la radiación; además, absorben los contaminantes y amortiguan los ruidos. También son lugares de paseo, relax y ocio. Estos espacios ayudan a reducir la exposición a un factor de riesgo muy importante vinculado a las enfermedades no transmisibles, la inactividad física.
Las plagas y enfermedades de las plantas pueden ocasionar importantes pérdidas de producción. Además del mantenimiento de la producción vegetal en unos niveles suficientemente elevados para poder cubrir las necesidades actuales y futuras, la sanidad vegetal también es muy importante para el mantenimiento de unos espacios verdes urbanos sanos.