La flavescencia dorada, enfermedad que apareció por primera vez en Cataluña en 1996 y se declaró erradicada en 2020, tras siete años sin detectarse, ha reaparecido en un viñedo de la Comarca del Gironès (Girona).
Se desconoce el origen del brote ya que las plantas afectadas tienen quince años y nunca antes habían sido sintomáticas, y el viñedo se encuentra bastante aislado y alejado de los lugares donde se había detectado en el pasado este fitoplasma.
El Servicio de Sanidad Vegetal catalán ha establecido un área delimitada de 4 km alrededor de la parcela infectada y se han llevado a cabo las medidas oficiales de erradicación, que incluyen la destrucción de las plantas infectadas, reconocimientos y muestreos intensivos y tratamientos con insecticidas contra el vector, Scaphoideus titanus.
En Cataluña, este enfermedad se detectó por primera vez en viñedos de la comarca del Alt Empordà (Girona), cerca de la frontera con Francia. Posteriormente, en 2010, apareció en el municipio de Capmany. El área infectada abarcaba 0,60 ha de viñedo y 244 plantas aisladas. Entonces, se estableció un área demarcada de 14,60 ha y se ejecutaron las medidas de erradicación. El patógeno no se detectaba en la zona desde 2013.
La flavescencia dorada es una grave enfermedad del viñedo causada por un fitoplasma que desorganiza el funcionamiento de las cepas y provoca su muerte. Provoca el bloqueo de los vasos liberianos, los productos de la fotosíntesis se acumulan en la hoja y no llegan a los lugares de consumo y reserva por lo que se origina una fuerte disminución del rendimiento y el debilitamiento progresivo de las cepas.