El corte invernal de la alfalfa provoca la eliminación de huevos y larvas del gusano verde y reduce sus poblaciones de una manera significativa. Con ello se disminuye el nivel de población de larvas en primavera y la afectación al primer corte del cultivo es menor. El corte invernal es un método cultural útil para el control de la plaga que puede incluirse en estrategias de control integrado más sostenibles.
El gusano verde de la alfalfa, Hypera postica (Gyllenhal) (Coleoptera: Curculionidae), es una plaga altamente destructiva en la mayoría de las regiones productoras de este cultivo. En España, es una de las plagas clave que causa daños importantes al primer corte (Pons y Núñez, 2020). Hasta el momento, el principal método de control empleado es la aplicación de insecticidas, siendo todos los autorizados de la familia de los piretroides. Este hecho y la relativamente baja eficacia de estos tratamientos aumentan el riesgo de aparición de resistencias (Rethwisch y col., 2019; Pons, 2019). Por otro lado, la alfalfa es un reservorio de enemigos naturales (Núñez, 2000; Madeira y col., 2014) que contribuyen a minimizar los efectos de las plagas, no sólo de la alfalfa sino también las de otros cultivos de su alrededor. Por tanto, es importante buscar alternativas al control químico que resulten efectivas y que respeten el papel ecológico que desempeña este cultivo en los agroecosistemas de la cuenca del Ebro.
Como una de estas alternativas, se ha estudiado el impacto del corte invernal sobre esta plaga. En estudios recientes (Levi-Mourao y col., 2021) se ha visto que el principal periodo de puesta de H. postica está comprendido entre mediados de octubre y mediados de febrero. Durante esta época otoño-invernal una buena cantidad de huevos y algunas larvas pueden sobrevivir hasta completar su desarrollo en primavera. Por tanto, la eliminación de estas formas debería suponer una reducción drástica de la población y un menor riesgo de daño para el primer corte de la alfalfa en la primavera siguiente.