Al igual que afirmábamos, en relación al análisis económico agrario, sobre la necesidad de utilizar indicadores socioeconómicos y ambientales, en el análisis de la eficiencia y productividad del agua de riego, debemos evaluar cualquier actividad productiva desde una óptica socioeconómica. Son frecuentes trabajos que evalúan eficiencia y productividad del agua desde la óptica productiva o técnica, pero menos frecuentes los que lo hacen de un modo integral. En el regadío de zonas con altas limitaciones en cuanto a disponibilidad de agua de riego (en términos de cantidad, calidad y elevados precios), como es el sureste español, esta premisa es una obligación para evaluar la viabilidad de una estrategia de riego. Hablamos de estrategias, cuando la cantidad, la programación, y el manejo del riego intervienen en el resultado productivo. Son normales las técnicas y estrategias de riego deficitario controlado (RDC) que disminuyen los aportes teóricos de agua en determinadas fases fenológicas del cultivo, intentando provocar disminuciones poco significativas en la producción.
Otra técnica aplicada, con menos presencia, es el secado parcial de raíces (SPR). En cualquier caso, las estrategias de riego deben ser viables técnica y económicamente para poder llevarse a la práctica. Las estrategias no sólo deben influir en la cantidad de producción, sino también en algunos casos, en la calidad o en cualquier atributo que pueda tener una respuesta comercial y, por tanto, que pueda suponer una ventaja para el agricultor en términos económicos. Así por ejemplo, determinadas técnicas pueden influir en el calibre o precocidad de la producción (caso de limón Fino), resistencia mayor a salinidad (mandarino), incremento de la calidad polifenólica de uva destinada a elaborar vinos amparados en una Denominación de Origen con limitación en productividad, etc. La estrategia debe tener en consideración el efecto económico que supone, sea a nivel microeconómico o a nivel macroeconómico. Es decir, la evaluación puede ir dirigida a analizar el efecto económico sobre una explotación, o bien, ir destinada a analizar efectos socioeconómicos sobre un territorio o comunidad de regantes, por ejemplo.