La langosta mediterránea (Dociostaurus maroccanus, Thunberg, 1815) es una plaga que algunos años produce graves daños a cultivos y pastizales en ciertas regiones de España. Un componente crítico del control preventivo es la rápida localización de los focos de eclosión o, posteriormente, focos con alta densidad de ninfas o adultos. En la mayoría de los casos, la gran extensión que abarcan las zonas endémicas de langosta hace compleja la identificación temprana de la plaga. Con el fin de localizar zonas que puedan ser propicias como foco de la plaga, en la zona del Valle de Alcudia, en la provincia de Ciudad Real, se han utilizado imágenes Sentinel-2 y se ha realizado una clasificación no supervisada de la zona de estudio mediante el algoritmo K-means. Como resultado se ha obtenido un mapa que delimita zonas propicias para la puesta y eclosión de la langosta. Se demuestra el potencial de los sensores Sentinel-2 en la identificación de estas zonas. Esta metodología permitiría optimizar los medios necesarios al reducir la superficie de prospección en un 80-90, lo que posibilitaría lograr un control eficiente de la langosta en sus primeros estadios. Dicha técnica se podría incluir dentro de un programa de gestión integrada de esta plaga.
Dentro del orden de los Ortópteros se encuentran un gran número de especies que constituyen plagas en amplias regiones del mundo (Belda y col., 1993). Una familia de este orden es la de los Acrídidos (Acrididae), a la que pertenece Dociostaurus maroccanus (Thunberg, 1815), conocida como langosta mediterránea o marroquí. En España, D. maroccanus es una de las especies que presenta mayor incidencia (Coca y col., 2007), predominando en suelos pobres de erial y pastizal. Al igual que otras especies de acrídidos, si el ambiente y las condiciones climáticas son favorables, los estallidos ocurren con cambios de fase (de solitaria a gregaria), provocando la formación de grupos de individuos y enormes enjambres que devoran todo a su paso (Latchininsky, 1998).
Una de las zonas endémicas de langosta mediterránea en España es el Valle de Alcudia (Arias y col., 1994). Enclavada dentro de la zona árida de la península ibérica, posee un relieve suavemente ondulado con pendientes inferiores al 12%. El clima de tipo mediterráneo se caracteriza por su continentalidad, con veranos muy cálidos y secos y con una acusada amplitud térmica media anual. Las características edáficas del terreno, como son su pobreza en materia orgánica y elementos minerales, su acidez e impermeabilidad, junto con la escasa profundidad, determinan que la tierra de esta comarca sea poco apta para el cultivo, permitiendo solamente el crecimiento de la vegetación natural de esta región, que básicamente consiste en pastizales xerófitos y dehesas de quercíneas y alcornoques. Entre los usos antrópicos se encuentran principalmente la ganadería ovina y bovina, con áreas de cultivos herbáceos (García Rayego, 2015).