Las infecciones latentes causadas por Monilinia spp. en nectarinas causan grandes pérdidas económicas ya que no se detectan ni se rechazan en la cosecha y pueden aparecer en cualquier momento después de la misma, incluso en casa del consumidor. Se estudió el efecto que los períodos de postcosecha (preenfriamiento, lavado de la fruta y almacenamiento en frío) tienen sobre la activación y/o desarrollo de infecciones latentes previas a la cosecha causadas por Monilinia spp. Las condiciones de almacenamiento se transformaron en tiempo fisiológico del hongo fitopatógeno. Para comparar los distintos escenarios de postcosecha, la incidencia de las infecciones latentes se ajustó para la descripción del tiempo fisiológico mediante un modelo de Gompertz modificado. La activación en postcosecha de las infecciones latentes naturales de Monilinia spp. se relacionó principalmente con la temperatura y el tiempo de incubación en postcosecha. El almacenamiento de la fruta a 4º C durante menos de once días evita los síntomas de la podredumbre y reduce la activación de infecciones latentes causadas por Monilinia spp., mientras que más días de frío provocaron una fase exponencial de activación de dichas infecciones latentes. El modelo Gompertz podría utilizarse para predecir la activación de las infecciones latentes causada por Monilinia spp. en condiciones de postcosecha.
La podredumbre parda es la enfermedad fúngica económicamente más importante en melocotones, nectarinas y otras frutas de hueso. Los principales agentes causantes de la podredumbre parda en España son Monilinia fructicola y M. laxa (Villarino y col., 2013).
En el proceso de infección, las conidias de Monilinia se adhieren a la superficie de la fruta antes de penetrar a través de ella mediante tubos germinativos o apresorios (García-Benitez y col., 2016). Tras la penetración Monilinia spp. colonizan primero las estomas y luego causan el colapso de las células epidérmicas y subepidérmicas. Sin embargo, estas infecciones también pueden permanecer latentes en la fruta inmadura cuando la fisiología de la fruta y/o las condiciones climáticas son desfavorables y podrían persistir como infecciones latentes durante la temporada de cultivo hasta que las condiciones se vuelvan propicias para la expresión de la enfermedad (Gell y col., 2008). La incidencia de las infecciones latentes causadas por Monilinia spp. en postcosecha suele oscilar entre el 0% y el 30%, pero puede llegar incluso al 50%. Los tejidos de nectarina con infecciones latentes de M. fructicola se caracterizan por la presencia de hifas intercelulares a nivel subcuticular, que colonizan lentamente el tejido (García-Benitez y col., 2016). La incidencia de la podredumbre parda en fruta cosechada se ha correlacionado positivamente con la incidencia de infecciones latentes causadas por Monilinia spp. en el campo (Gell y col., 2008). La cosecha es uno de los mejores momentos para que las infecciones latentes se activen, ya que tanto la fruta como las condiciones ambientales son favorables. Sin embargo, no todas las infecciones latentes se activan en el momento de la cosecha, y muchas de ellas lo hacen durante su período de postcosecha.
Se estudió el efecto de las diferentes etapas de postcosecha en la activación de infecciones latentes de campo causadas por Monilinia spp. en nectarina cosechada. Para ello se utilizaron, dos cultivares diferentes: ‘Red Jim’ y ‘Alba Red’ en el mismo estado fenológico (madurez cosecha) y sin signos visibles de podredumbre parda.