Continuamos en este número con uno de los aspectos más relevantes de la Ley de la Cadena Alimentaria, los costes de producción de las diferentes etapas de cualquier cadena productiva. Está en proceso de tramitación el proyecto de Ley de modificación de la Ley 12/2013. Destacábamos la importancia que tiene conocer los costes de producción agrarios, como base de la estructura productiva de cualquier producto. El establecimiento de análisis de costes puede servir como base de negociación entre actores de la cadena. Pero además, los análisis de costes también deben ser usados para incidir en las mejoras productivas que lleven hacia una producción competitiva, tanto a nivel económico como ambiental; es decir, se deben utilizar para incidir en la minimización de costes e impactos: optimización de fertilización, tratamientos fitosanitarios, control biológico, estrategias de riego, labores, etc.
Al describir cada proceso de producción para establecer sus costes se consigue información relacionada con el empleo e insumos y, por tanto, no es difícil sacar más partido de los mismos. Estos estudios pueden y deben calcular el empleo en términos cuantitativos y cualitativos para incidir en la importancia social y, por tanto, sobre la sostenibilidad integral del medio rural (social, económica y ambiental).