Tuta absoluta es una plaga devastadora, especialmente en cultivo de tomate, con un alto potencial reproductivo que ha desarrollado resistencia a los productos químicos más utilizados, especialmente al grupo de las diamidas (grupo IRAC 28, ciantraniliprol y clorantraniliprol). Para el control ideal de la T. absoluta es necesario recurrir a un programa integrado de tratamientos que combinen diferentes modos de acción.
En este sentido, los insecticidas a base de Bacillus thuringiensis (Bt) son las herramientas idóneas para su empleo en programas de tratamientos contra lepidópteros por no afectar a insectos auxiliares y reducir el potencial de resistencia a otros insecticidas. Con objeto de evaluar la eficacia de diferentes cepas de Bt sobre poblaciones de T. absoluta que han desarrollado resistencia a diamidas, se realizó un bioensayo en el que se testaron diferentes formulados comerciales de insecticidas a base de Bt. El estudio fue encargado por Kenogard y realizado por parte del equipo investigador del Departamento de Producción Vegetal de la Universidad Politécnica de Cartagena, dirigido por el Profesor Pablo Bielza.
Se realizaron bioensayos sobre tres poblaciones de T. absoluta: una resistente a diamidas; otra de campo, recogida en Almería en 2018; otra susceptible de referencia, recolectada en 2011 y mantenida en laboratorio.
Sobre estas poblaciones se evaluó la eficacia del insecticida clorantraniliprol y de Dipel DF (Btk Ref.1), comparándose en el caso de las poblaciones de campo y resistente a diamidas con dos formulados comerciales a base de Bt subsp. kurstaki (Btk Ref. 2, y Btk Ref.3), y otras dos referencias comerciales a base de Bt subsp. aizawai (Bta Ref. 1, y Bta Ref.2), frente a un control sin tratar. Todos los productos se testaron a las dosis de 100 g/hL (dosis de etiqueta) y 200 g/hL, contra larvas en segundo estadio (L2).
Para la realización del bioensayo se colocan adultos de T. absoluta en una planta limpia (sin residuos de insecticida) durante 48 horas para sincronizar la oviposición, y después de este período se retiran.
Se preparan las dosis en estudio más un control. En cada una de ellas se sumergen tres hojas de tomate (de tres a seis foliolos), ya que se realizan tres repeticiones por concentración. Una vez secas, las hojas se colocan individualmente en recipientes de plástico transparente. Las larvas L2 se retiran una por una de la planta limpia en la que se llevó a cabo la sincronización de la oviposición. Diez larvas se colocan por recipiente (Figura 1), obteniendo un total de diez larvas por repetición, tres repeticiones por dosis.