El establecimiento de Xylella fastidiosa en el continente europeo plantea el desarrollo de medidas de contención de la enfermedad a largo plazo que reduzcan el impacto que las medidas actuales están teniendo sobre el medio de vida de los agricultores, la calidad de los suelos y la biodiversidad en los cultivos. Considerando que no existe un tratamiento directo contra la bacteria, el manejo de las poblaciones del vector se presenta como la mejor estrategia de contención de X. fastidiosa. La legislación vigente recoge el uso de agroquímicos como medida principal de control, junto con el apoyo de otras prácticas biológicas y mecánicas, durante todos los estadios de desarrollo del vector. Sin embargo, se debe considerar que Philaenus spumarius, el principal vector de X. fastidiosa en Europa, presenta una fase adulta muy móvil a diferencia de su fase de ninfa, mucho más sedentaria. Este hecho, junto con el carácter polífago de P. spumarius, plantea la opción de focalizar los esfuerzos de control del vector en su fase más vulnerable, la fase de ninfa. Para ello, en este trabajo nos centramos en la identificación de especies botánicas para su uso en cubiertas vegetales que puedan utilizarse como planta trampa o repelente de ninfas de P. spumarius. Los resultados obtenidos apuntan a Diplotaxis tenuifolia como una posible especie repelente y a Sinapis alba como especie trampa que podrían ser utilizadas en las cubiertas vegetales de cultivos leñosos.
Las pérdidas que está provocando la bacteria Xylella fastidiosa (Wells y col.) en la agricultura europea en los últimos años convierten en una urgencia el desarrollo de medidas de contención que contemplen el control de la enfermedad y que causen menores pérdidas para los agricultores. El Reglamento (UE) 2020/1201 de 14 de agosto de 2020, que deroga la Decisión (UE) 2015/789 sobre las medidas a tomar para la plaga X. fastidiosa, suaviza algunas de las prácticas a realizar en zonas con plantas infectadas. Así, la zona tampón que se establece alrededor de la zona infectada ha pasado de 5 km a 2.5 km y se ha reducido el radio de erradicación de especies vegetales de 100 m a 50 m desde la zona donde se haya detectado el positivo. Además, sólo se erradicarán los vegetales de las especies que hayan resultado positivas para X. fastidiosa en la zona demarcada. Considerando que no existe un tratamiento directo contra la bacteria, el control de las poblaciones del insecto vector se presenta como la mejor opción para contener la enfermedad en el tiempo. El nuevo Reglamento de la UE sigue manteniendo como principal método de control de los vectores el uso de agroquímicos en todas las fases del desarrollo del vector. Esta práctica se puede complementar con tratamientos biológicos y mecánicos.
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