Durante los años 2014 a 2016, desde el IVIA se llevó a cabo el seguimiento de todos los fitófagos presentes en el cultivo de caqui en las zonas productoras de este frutal en la Ribera Alta y La Plana Baixa. Este seguimiento dio lugar a una tesis doctoral, de la cual se muestra un pequeño fragmento en este artículo, en el que se repasan los principales grupos de fitófagos y su impacto en el cultivo en el mencionado periodo, así como su evolución posterior.
En la mencionada tesis doctoral, se comprobó que el impacto económico de los diferentes grupos de organismos es variable. Así pues, los tisanópteros provocaban daños en el cultivo de caqui bajo ciertas circunstancias, pero no de forma generalizada. Los cóccidos y los áfidos no tenían un impacto económico significativo en el cultivo, mientras que los pseudocóccidos y los lepidópteros podían considerarse como las principales plagas del cultivo y las que generaban daños de forma generalizada. Destacando la presencia, cada vez más significativa, de poblaciones de moscas blancas que estaban incrementando su presencia e incidencia en el cultivo en la época estudiada.
Finalmente, en este artículo se analiza cómo ha evolucionado esta situación, centrada en los tres principales grupos de daño: lepidópteros, aleiródidos y pseudocóccidos.
Durante los últimos quince años, el cultivo de caqui ha experimentado un gran aumento, tanto en superficie como en producción, en la Comunidad Valenciana (García-Martínez, 2019). Tanto es así, que en la actualidad se ha convertido en uno de los pilares de la economía del sector agrícola valenciano, junto con los cítricos, y más concretamente en las zonas de la Ribera Alta. Debido a esto, en el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) se llevó a cabo un estudio durante los años 2014 a 2016, el cual concluyó con una tesis doctoral sobre el estado y evolución de las plagas del cultivo y de la cual se muestra aquí un fragmento. En concreto, durante el desarrollo de la tesis se realizó un seguimiento de los diferentes fitófagos presentes en caqui, así como su impacto en el cultivo, en un total de cuatro parcelas, estando tres de ellas ubicadas en la Ribera Alta (dos en Carlet y una en l’Alcudia) y una en la Plana Baixa (en Almenara). En las zonas de muestreo de todas las parcelas no se efectuaron tratamientos fitosanitarios durante el desarrollo del trabajo, con las excepciones que se indican más adelante.
