La introducción del ácaro cristalino, Oligonychus perseae, en 2004 ocasionó en el sector aguacatero español una seria preocupación debido principalmente al importante daño foliar que produce, convirtiéndose en la plaga principal del cultivo en nuestro país. En este trabajo se recopila la información existente en relación al manejo sostenible del fitófago. Es necesario priorizar estrategias de control respetuosas con el medio ambiente, donde podemos enmarcar los métodos de control cultural (uso de barreras, fertilización adecuada) y biológicos (potenciar la fauna auxiliar autóctona), con el fin de mantener las poblaciones de la plaga por debajo del umbral económico.
El aguacate (Persea americana) es el principal frutal subtropical en España con una superficie regular próxima a 12.200 hectáreas, la mayoría de ellas localizadas en Andalucía (9.800 ha) y en las Islas Canarias (1.700 ha), con una producción anual de 90.000 toneladas (MAPA, 2020). En Andalucía, el aguacate (Figura 1) posee una gran importancia socioeconómica en las zonas costeras de las provincias de Málaga y Granada, donde se concentra el 90% de la producción española debido a la presencia de un clima mediterráneo subtropical que favorece su cultivo. Sin embargo, su elevada rentabilidad ha provocado que este cultivo se haya extendido en los últimos años a nuevas zonas productoras ubicadas en las provincias de Castellón, Valencia, Alicante, Huelva, Cádiz, Sevilla e incluso Almería.
The introduction of the Persea mite, Oligonychus perseae, caused a serious concern in the Spanish avocado sector due to the significant foliar damage that it produces mainly, becoming the most important pest of the crop in our country. In this work the existing information is compiled in relation to the sustainable management of the phytophagous. It is necessary to prioritize environmentally friendly control strategies, in which are framed cultural (use of barriers, adequate fertilization) and biological control methods (enhance the native auxiliary fauna) can be framed, in order to maintain the pest population below the economic threshold.