Desde el año 2006 los Viveros Municipales de Estufas del Retiro presentan una gestión de la sanidad vegetal con estrategias de manejo integrado basado en control biológico de plagas y enfermedades. En el presente artículo, queremos hacer un recorrido de cómo se ha llegado desde sistemas convencionales de control hasta el establecimiento de estos sistemas de manejo de plagas y enfermedades, la implementación de la metodología de ejecución y su desarrollo por etapas hasta llegar a la actualidad con resultados plenamente satisfactorios.
Los Viveros Municipales del Ayuntamiento de Madrid, que actualmente cuentan con dos siglos de antigüedad, están compuestos actualmente por tres instalaciones diferenciadas en cuanto a situación y vocación de producción de planta.
El más pequeño, Estufas del Retiro es un vivero de 3,5 ha situado en el perímetro de los Jardines del Buen Retiro, que se utilizó para la producción de la planta de flor de las zonas verdes de la ciudad de Madrid. Hoy, las necesidades de este tipo de cultivos sobrepasan sobradamente la capacidad de producción de este espacio, pero el Vivero de Estufas sigue en pleno funcionamiento, produciendo planta de flor para jardines emblemáticos, la producción y mantenimiento de la planta de adorno de los edificios municipales, aquellas que se usan de acompañamiento en los actos oficiales, ejecución de los arreglos florares precisos y, últimamente, la producción de planta hortícola con destino a huertos escolares y vecinales.
Además, es importante su labor divulgativa, pues a pesar de estar cerrado al público recibe la visita de un gran número de grupos de ciudadanos, colegios e instituciones, donde se dan a conocer las técnicas de producción de planta, se muestran invernaderos históricos e incluso se ha creado un pequeño museo con una colección de invernaderos, herramientas y objetos antiguos propios o cedidos por viveristas o profesionales con cierta raigambre en la ciudad.
Aun siendo un vivero vetusto y en plena producción, también sirve de base para usos menos productivos, como el ensayo de cultivos de flor para comprobar su adecuación a las condiciones climáticas de la ciudad, el mantenimiento o creación de colecciones botánicas de interés o, a caballo entre el estudio y la práctica de manejo de los cultivos, la implantación de sistemas de manejo integrado de plagas y enfermedades.