Conviene recordar los beneficios de la moderna Sanidad Vegetal, que incluyen mejoras en importantes objetivos de sostenibilidad, también respaldados por Naciones Unidas. Así, el Secretario del Departamento de Agricultura de Estados Unidos ha recordado el pasado 27 de enero que las plantas producen el oxígeno que respiramos y el 80% de los alimentos que ingerimos, pero que se pierden en un 40% debido a los ataques de plagas, por lo que es necesaria la colaboración de todos los actores implicados.
Entre los diecisiete objetivos del desarrollo sostenible que se pueden mejorar gracias a la Sanidad Vegetal tenemos: 2. Hambre cero, 3. Salud y bienestar, 6. Agua limpia, 7. Energía limpia y asequible, 8. Trabajo decente y crecimiento económico, 10. Menores desigualdades, 11. Comunidades sostenibles, 12. Producción y consumo responsables, 13. Acción frente al clima, 15. Biodiversidad terrestre.
Para ello hay que seguir escrupulosamente las disposiciones publicadas en la autorización de cada producto, complementadas con las más recientes sobre uso sostenible de productos fitosanitarios, comercialización de productos fitosanitarios y pasaporte fitosanitario difundidas por varios expertos en el nº 315 de PHYTOMA España. Llama la atención el tiempo mínimo que los operadores deben conservar las notificaciones -tres años para el pasaporte fitosanitario, cinco años para variedades modificadas genéticamente- pues es un importante aliciente para acelerar la digitalización de los operadores.
Con el pasaporte fitosanitario debería terminar la paradoja del comercio desigual con Estados Unidos, pues hasta ahora nadie preguntaba a los turistas norteamericanos por las posibles semillas presentes en el equipaje, mientras que las autoridades norteamericanas exigen tras el vuelo un documento firmado por cada turista declarando que no se traen semillas y que no se ha visitado recientemente alguna finca agrícola.