Un estudio de un año realizado en el cultivo del arroz, demostró que el uso de boquillas de doble abanico simétrico con inyección de aire antideriva y ángulo de salida del producto de 30° con un volumen de aplicación de 350-450 l/ha minimizó la deriva de producto al agua de la parcela. El uso del formulado con azoxistrobin 20% + difenoconazol 12,5% disminuyó significativamente la senescencia de la planta. El uso de boquillas que minimicen la deriva de fitosanitarios al medio acuático no redujeron la eficacia de los fitosanitarios estudiados.
El cultivo del arroz en el Delta del Ebro representa un 65% del total de su superficie y supone la mayor actividad económica de la zona. Los arrozales en sí mismos constituyen unos humedales de alto valor medioambiental; y en el caso del Delta del Ebro, forman parte de un Parque Natural que en 2013 fue declarado Reserva de la Biosfera y en 2016 se nombró como uno de los cien mejores destinos turísticos sostenibles del mundo. Todos estos hechos hacen imprescindible una gestión responsable del conjunto de actividades que se desarrollan en la zona, con el fin de conseguir un equilibrio sostenible en dichos espacios naturales.
La intensificación del cultivo del arroz a nivel mundial genera un impacto negativo sobre el medio ambiente si no se gestiona de forma segura y responsable. Un ejemplo es la toxicidad ocasionada por la aplicación de determinados fungicidas en cultivos inundados sobre los copépodos de agua salobre. Dichos efectos tóxicos en este grupo de importancia ecológica pueden llevar a efectos de cascada que alterarían las redes alimentarias y el funcionamiento de todo un ecosistema. Si bien es cierto que las zonas húmedas vegetadas, correspondientes a los arrozales, desempeñan un papel muy importante en la depuración de las aguas (Forés y Comín, 1992), es importante minimizar las aportaciones derivadas de actividades agrícolas que contribuyen a contaminarlas.
En octubre de 2017 se hizo público el plan de acción nacional para el uso sostenible de productos fitosanitarios, que tenía como objetivo fomentar la gestión integrada de plagas y reducir los riesgos y efectos derivados de la utilización de productos fitosanitarios, especialmente en el ámbito de la salud humana y el medio ambiente*.
En este sentido, y en colaboración con la empresa Syngenta, el presente estudio tiene por objetivo estudiar la eficacia de diferentes estrategias fungicidas sobre la protección y la productividad en el cultivo del arroz, además de evaluar la deriva de los fitosanitarios estudiados hacia el medio ambiente. Este proyecto también contó con el apoyo externo del fabricante de boquillas Lechler.