Se realiza una serie de prospecciones para determinar la distribución de Heterodera en el sureste español y qué especies son las causantes de los importantes problemas que está generando en las plantaciones de brócoli y otras brassicas en la región. Nuevas experiencias han permitido profundizar en el papel que juegan determinadas especies vegetales en la dinámica de las poblaciones de la plaga y los factores que determinan la viabilidad de los quistes en el suelo y su estimulación para liberar las formas infectivas.
Heterodera schachtii se ha mostrado como la especie responsable de los daños en las plantaciones de crucíferas, con una amplia distribución en terrenos de cultivo, como consecuencia de la presencia de hierbas hospedantes habituales, como las quenopodiáceas. Por ello, el aumento de daños se estaría produciendo principalmente como consecuencia de la reiteración de ciclos de brassicas en las mismas parcelas, que incrementa sus niveles poblacionales, y no tanto por la colonización de nuevos terrenos.
Se ha comprobado que el número de juveniles capaz de emerger de los quistes va disminuyendo progresivamente a lo largo de los meses y que la conservación de la plaga en parcelas sin plantaciones sensibles, de seis a treinta años, según referencias, podría deberse más a un cierto grado de ‘renovación’ de la plaga en plantas silvestres que al mantenimiento de la viabilidad de los quistes.
Brócoli y otras especialidades de brassicas son considerados alimentos con características especialmente saludables, por lo que su demanda en los mercados no ha dejado de crecer y con ella las empresas especializadas en su producción. Factores como la intensificación de las plantaciones en las mismas parcelas y amplificación de las fechas de cultivo, unido a incrementos en las temperaturas medias, estarían determinando que Heterodera, considerada una plaga, en general, de muy escasa relevancia para estos cultivos, haya incrementado su incidencia durante la última década.
El género Heterodera se encuentra dentro del grupo de nematodos que forman quistes, caracterizados por adquirir las hembras un cuerpo redondeado, con forma de limón, en el que retiene los huevos en su interior. Tras la muerte de la hembra, su cutícula sufre cambios y se engrosa formando el quiste, donde los huevos permanecen protegidos de condiciones adversas, lo que les permitiría permanecer viables en el suelo hasta treinta años (Escobar-Avila y col, 2017).
La importancia económica del nematodo radica en la pérdida de rendimiento ocasionada por la producción de puntos de alimentación ‘sincitios’, que alteran el sistema radicular de las plantas, lo que limita la capacidad de absorción de agua y nutrientes.
El desconocimiento que existía en la región sobre las causas de los problemas que se observaban en campo, y consecuente ausencia de medidas de prevención, junto a la falta de herramientas eficaces de control, ha ido favoreciendo que las poblaciones de Heterodera se incrementen progresivamente en parcelas donde se reiteran las plantaciones de brassicas, hasta convertirse en un factor limitante para el cultivo.
Por estas razones, el IMIDA desarrolló un proyecto con financiación europea FEDER, cuyo objetivo fundamental fue profundizar en el conocimiento de aspectos de especial relevancia de la plaga que permitieran establecer y divulgar unas estrategias de prevención y de control eficaces y sostenibles.