SIPCAM IBERIA acaba de lanzar, ADINA®, un nuevo producto de origen natural registrado para el control de nemátodos en solanáceas y cucurbitáceas en invernadero. Es un formulado único a base de Azadiractin A 1%. Está optimizado para su aplicación vía radicular, incorporándolo en el riego por goteo. ADINA® es un bionematicida indicado para todo tipo de estrategias de cultivo sostenible y está certificado para su uso en agricultura ecológica y biodinámica.
Los nematodos son un grupo de microorganismos transparentes, por lo general con un tamaño entre 0.1 y 1.5 mm, que viven en el suelo y muchos de ellos pueden ser fitoparásitos, atacando a los cultivos normalmente a través de las raíces.
El ciclo de vida de los nemátodos se divide en seis etapas claramente diferenciadas: huevos, cuatro estadios juveniles (J1, J2, J3 y J4) y adulto. Dentro del huevo se produce la primera muda entre los estadios J1 a J2. Por tanto, una vez eclosionan, los nemátodos salen al medio en el estadio J2, constituyendo el principal estadio infectivo en la mayoría de las especies.
Es en este momento cuando los nemátodos buscan las raíces de las plantas que terminan infectando. Una vez están en el interior de las raíces, los nemátodos desarrollan el resto de las etapas de su ciclo de vida en el interior de estas y, dependiendo de la especie de nemátodos que se trate, pueden formar las características agallas en las raíces, como en el caso de Meloidogyne sp.
Las enfermedades provocadas por nematodos en campo suelen mostrarse en zonas localizadas y con crecimiento muy irregular del cultivo. En la zona radicular, los nematodos pueden producir síntomas determinados como la formación de agallas o provocar síntomas generales como una reducción del sistema radicular. Los daños también pueden ser en la parte foliar de la planta, produciendo pérdida de vigor, clorosis foliar o caída de las hojas de manera prematura.
No obstante, es importante poner de manifiesto que los síntomas provocados por nematodos pueden confundirse con síntomas genéricos de problemas de fertilidad, estreses abióticos o una deficiencia nutricional por parte del cultivo. Sin embargo, se calcula que las enfermedades provocadas por nematodos pueden llegar a producir un descenso de hasta un 20% de la producción agrícola mundial (Hassan y col., 2013).