La ausencia de productos antivirales directos y la limitada disponibilidad de productos fitosanitarios para el control de vectores hacen del control de virus una tarea cada vez más difícil. En estas condiciones, es imprescindible acudir al uso combinado de actuaciones preventivas y paliativas en los programas de manejo integrado de plagas y enfermedades. Las actuaciones frente a virosis pueden ir encaminadas a impedir o limitar el establecimiento de focos primarios de infección, y/o a impedir o limitar la dispersión secundaria del virus en el cultivo desde los focos primarios. En términos generales, las actuaciones serán preventivas y, cuando se identifiquen posibles síntomas de virosis en las parcelas o invernaderos, las actuaciones incluirán el diagnóstico específico y acciones para limitar la dispersión secundaria del virus. En todo caso, recomendamos encarecidamente buscar el consejo del experto en patología vegetal, que será quien pueda definir con propiedad el tipo de medidas a seguir más adecuadas para cada caso.
Las pérdidas económicas en cultivos asociadas con las enfermedades causadas por virus pueden suponer globalmente más de 30.000 millones de dólares anualmente. Los virus constituyen casi el 50% de los patógenos emergentes y reemergentes, y pueden afectar a la vegetación natural además de a las plantas cultivadas (revisado en Jones y Naidu, 2019). El tomate no se escapa a esta situación, ya que se han descrito más de 130 especies virales a las que es susceptible; de éstas, podríamos destacar seis como las de mayor importancia en la cuenca Mediterránea: el virus del rizado amarillo del tomate o, coloquialmente, virus de la cuchara (Tomato yellow leaf curl virus, TYLCV); el virus del mosaico del pepino dulce (Pepino mosaic virus, PepMV); el virus del bronceado del tomate (Tomato spotted wilt virus, TSWV); el virus de la clorosis del tomate (Tomato chlorosis virus, ToCV); el virus del mosaico del pepino (Cucumber mosaic virus, CMV); y, recientemente, el virus del pardeo rugoso del fruto de tomate (Tomato brown rugose fruit virus, ToBRFV), un tobamovirus emergente capaz de superar el gen de resistencia Tm-22 que supone una amenaza reciente de extraordinaria gravedad (Luria y col., 2017).