Este trabajo describe de forma breve como se lleva a cabo el control de residuos de fitosanitarios en el Laboratori Agroalimentari. Para ello se expone el marco legislativo que determina los controles a realizar, los límites máximos permitidos y los requisitos de acreditación bajo las normas de calidad que deben cumplir los laboratorios que realizan control oficial. Se detalla la estrategia analítica que sigue el laboratorio y que está condicionada por las matrices y los analitos a investigar. Se exponen las distintas etapas de los métodos de ensayo y se describen las técnicas de análisis, los equipos que se usan, y los controles de la calidad que se establecen para asegurar la fiabilidad de los resultados. Al final se concluye la imposibilidad de garantizar el valor cero de residuo de fitosanitarios frente a los LMRs.
La utilización de fitosanitarios para prevenir o erradicar plagas, tanto en la producción agraria como en las fases posteriores hasta el consumo de alimentos, es una práctica habitual desde la segunda mitad del siglo XX. A las ventajas asociadas a su uso se contraponen los riesgos derivados de una utilización inadecuada de los mismos, debida a la aplicación de sustancias no permitidas o bien a la presencia de residuos de los fitosanitarios en los productos de consumo y en el medio ambiente.
Al objeto de evitar niveles de fitosanitarios que supongan un riesgo inaceptable para la salud humana y animal y para el medio ambiente, en el ámbito de la Unión Europea se ha desarrollado normativa al objeto de fijar y armonizar los límites máximos de residuos (LMR) permitidos en alimentos y piensos1, así como la realización de programas de vigilancia y control.
Los laboratorios son una herramienta indispensable para llevar a cabo la detección y cuantificación de residuos de fitosanitarios y, deben disponer para ello de métodos de análisis capaces de identificar, confirmar y cuantificar un número elevado de analitos de diferentes características químicas. Para realizar el control oficial previsto en la normativa comunitaria deben estar acreditados conforme a los requerimientos de la norma UNE-EN ISO/IEC 17025 de requisitos generales para la competencia de los laboratorios de ensayo y calibración.