El aragonés José Ramón Ùrbez-Torres lleva dieciséis años fuera de España. Desde 2010 trabaja como fitopatólogo para el Departamento Federal de Agricultura de Canadá en la Columbia Británica. En julio se celebró allí el XI Congreso Internacional sobre Enfermedades de la Madera de la Vid, cuyo Comité Organizador presidió, como uno de los mayores expertos mundiales en este grupo de enfermedades fúngicas.
Tras estudiar Ingeniería Técnica Agrícola en el Instituto Nevares de Empresarios Agrarios y pasar por el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, el Dr. José Ramón Úrbez-Torres desembarcó en 2003 en la Universidad de Davis (California) “con una maleta y un spanglish aterrador, pero con unas ganas increíbles de trabajar e investigar”. Allí se dedicó a identificar los agentes causales de las enfermedades de la madera de la vid y esclarecer una de las más desconocidas por entonces, el decaimiento por Botryosphaeria o Botryosphaeria dieback. En solo seis meses fueron capaces de identificar a nivel molecular hasta seis especies diferentes asociadas con la enfermedad.
En 2009 terminó su doctorado, gracias al cual firmó diez publicaciones en revistas de impacto, y un año después recaló en Summerland, en la costa oeste de Canadá, para trabajar en enfermedades de la madera de la vid y en el desarrollo de sistemas de detección molecular para patógenos en vid y frutal. Desde 2013 es investigador titular en este centro del Departamento Federal de Agricultura. Casado con una fitopatóloga alemana, padre de un niño nacido en California y una niña nacida en Canadá, está “muy orgulloso” de que cada uno tenga un pasaporte diferente.
El XI Congreso Internacional sobre Enfermedades de Madera de la Vid, celebrado en Penticton (Columbia Británica), congregó a 150 investigadores procedentes de 21 países, lo que para el presidente del Comité Organizador “refleja la importancia que estas enfermedades tienen en el momento actual en los diferentes países productores y la gran atención que se les está prestando”.