Agricultores y técnicos advierten de que la plaga de Tuta absoluta está “fuera de control” en Tenerife y Gran Canaria por problemas de manejo y solicitan a la Administración medidas urgentes para facilitar la gestión de los residuos vegetales afectados por la polilla del tomate, además de la puesta en marcha de una campaña de concienciación para que se cumpla el código de buenas prácticas agrícolas.
La presidenta de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (ASAGA Canarias ASAJA), Ángela Delgado, y el presidente de la Asociación de Cosecheros y Exportadores de Tomates de la provincia de Santa Cruz de Tenerife (ACETO), Francisco Echandi, se reunieron en julio con el director general de Agricultura del Gobierno de Canarias, César Martín, y la consejera del Área de Agricultura y Medio Ambiente del Cabildo Insular de Tenerife, Blanca Pérez, para solicitar que se tomen medidas de carácter urgente que faciliten a los tomateros la gestión adecuada de los residuos vegetales afectados por la Tuta absoluta. El objetivo es poner coto a los daños en producción y comercialización que está ocasionando en el tomate, tanto en Tenerife como en Gran Canaria.
Para evitar la propagación de la plaga, se recomienda como primera actuación gestionar los desechos vegetales a través de un tratamiento correcto en la planta medioambiental de Arico que incluye un proceso de compostaje, lo que según ASAGA y ACETO conlleva un gasto adicional debido al pago de una tasa que, en estos momentos, resulta inasumible para el sector por la pérdida de cosechas y rentabilidad que está ocasionado Tuta absoluta. Además, para que este tratamiento sea efectivo es necesario separar dicha materia orgánica de la rafia (material que se emplea para entutorar la planta), tarea que los productores consideran inviable por el tiempo y el coste en mano de obra que implica.