La araña roja, Tetranychus urticae Koch (Prostigmata: Tetranychidae), es una especie polífaga y cosmopolita, plaga clave de los cítricos, especialmente de los clementinos (Citrus clementina Hort. ex Tan.) en nuestras condiciones de cultivo. Estudios realizados por nuestro grupo han mostrado que los patrones naranjo amargo, Citrus aurantium L. (Sapindales: Rutaceae), y mandarino Cleopatra, C. reshni Hort. ex Tan., muestran resistencia y sensibilidad extrema a T. urticae, respectivamente. Además, las plantas de naranjo amargo infestadas por este tetraníquido se convierten en repelentes para la araña, mientras que las de Cleopatra se hacen repelentes. En este estudio, hemos extendido nuestra investigación hacia los efectos que produce en estos dos patrones el fitoseido zoofitófago más abundante en este sistema, Euseius stipulatus, para el que hemos podido demostrar que también induce respuestas de defensa en las plantas, siendo este el primer caso descrito para un fitoseido.
Los principales enemigos naturales de la araña roja son los ácaros depredadores de la familia Phytoseiidae (Acari: Mesostigmata). En el caso concreto de nuestros cítricos, Euseius stipulatus (Athias-Henriot), Neoseiulus californicus (McGregor) y Phytoseiulus persimilis (Athias-Henriot) son las especies más abundantes (Aguilar-Fenollosa y col. 2011), a los que se atribuye un papel clave en la regulación de las poblaciones de araña (Aguilar-Fenollosa y col. 2011; Pérez-Sayas y col., 2015). Estos depredadores tienen diferentes especializaciones alimenticias, desde depredadores selectivos especialistas del género Tetranychus, como por ejemplo P. persimilis, a generalistas omnívoros, como E. stipulatus, para el que se sospecha que es capaz de picar y alimentarse de la planta (Adar y col. 2012). El especialista en la familia Tetranychidae N. californicus ocuparía una posición intermedia, pero sin alimentarse directamente de la planta. Estas dietas podrían tener consecuencias tanto sobre su comportamiento frente a los volátiles inducidos por T. urticae, como sobre su capacidad de producir cambios en la plantas donde se encuentren y que conlleven la producción de nuevos volátiles.