Las últimas publicaciones de la investigadora Roca Barea han valorado la titánica acción de España en América –idioma, código romano, escuelas, universidades, hospitales, audiencias, puertos, carreteras…–, actividad que produjo en la península la pérdida de lo más preciado que puede tener una comunidad, sus personas. Los españoles de entonces focalizaron sus mayores actividades en una tarea civilizadora transcontinental y se desentendieron de la metrópoli, perdiendo por ello el tren de la revolución científica y, consecuentemente, el de la tecnología.
Los españoles de entonces estaban convencidos de que con las riquezas que venían de América y el auxilio de los santos, España sería un imperio eterno, hasta que, de la mano de la Ilustración fueron conscientes de su retraso y empezaron a conectar con el conocimiento que venía de Inglaterra, Francia, Holanda…, ya muy avanzado el siglo XVIII.
En 1797, Godoy puso en marcha la primera publicación española para transferir el conocimiento en el mundo rural – El Semanario de Agricultura y Artes, dirigido a párrocos–. En ella podemos encontrar numerosas referencias a Sanidad vegetal, la mayoría de las cuales son traducciones de publicaciones realizadas en otros países europeos. La revista se enviaba a los párrocos para que, cada domingo, desde el púlpito, divulgaran aquellos conocimientos que pudieran ser útiles a sus parroquianos labradores, la mayoría de los cuales eran analfabetos.
De la mano de la Ilustración, los españoles modificaron su agricultura, y los cultivos de la vid y el olivo, con sus producciones de vino y aceite, produjeron un extraordinario desarrollo del mundo rural, aunque precisamente de esa actividad comercial iba a venir la mayor catástrofe de la agricultura española, la plaga de la filoxera (Dactylosphaera vitifoliae). El miedo a la plaga era recogido en el Congreso Filoxérico celebrado en Madrid en 1878: “La destrucción total de todos los viñedos y la supresión del vino como parte del alimento general y en la esfera económica moral y social, la ruina, la miseria y la emigración en las comarcas vinícolas de España…”.