El mercado europeo consume anualmente 7 millones de toneladas de cítricos, siendo 4 españoles. África del Sur ha aumentado sus exportaciones de cítricos a Europa desde 2017 hasta 2018, pasando de 450.921 a 463.167 Tm de naranjas y de 116.042 a 129.005 Tm de clementinas (EUROSTAT 30/01/2019), en virtud del acuerdo del Parlamento Europeo de septiembre de 2016, mediante el que se prolonga el período de importaciones hasta noviembre y se aplica una reducción anual arancelaria del 10%, hasta llegar a su completa eliminación en 2025.
Marruecos exporta mandarinas y naranjas; Turquía, limones, con un importante aumento de la superficie de cultivo por la puesta en marcha de nuevos regadíos del proyecto GAP, para controlar el agua de los ríos Tigris y Eufrates. Egipto exporta naranjas y proyecta convertir 630.000 hectáreas de desierto en regadío, en zonas como el Oasis de Farafra, Toshka y Wadi Monghtra.
La citricultura española, y más concretamente la valenciana, tiene unos costes de producción de los más altos del mundo. Una hora de trabajo agrícola aquí, cuesta lo mismo que una jornada entera en África del Sur. En Marruecos y Turquía las cosas son muy parecidas, con lo cual, desde el punto de vista económico estamos en notable desventaja.
Así pues, en el futuro va a tener muchísima importancia para la viabilidad de los cítricos españoles la creciente competencia de países terceros.